Diez años después del resonante secuestro extorsivo de María del Carmen López, la mujer del empresario Eduardo Marceló, el caso sigue abierto en la Justicia Federal: en septiembre de 2005 habían sido condenados cinco miembros del grupo criminal que la capturó, la “banda de los handy”, pero aún hoy dos de los implicados esperan fecha de juicio: son el cordobés Martín “El Porteño” Luzi (supuesto cabecilla) y el sanjuanino Sergio Alejandro Caparroz, supuesto nexo local.
La acusación de Luzi llegó al Tribunal Oral en lo Criminal Federal a fines de 2007 y en marzo de este año la de Caparroz. Según fuentes judiciales, el fiscal federal subrogante, Mateo Bermejo, pidió acumular ambas causas y así lo hizo el tribunal de juicio, que no será el mismo que juzgó y condenó: Juan Carlos Turcumán renunció y sus pares Hugo Echegaray y Carlos Parra se excusaron de actuar en el nuevo debate porque ya opinaron en el caso con el fallo (ambos subrogan también en la Cámara de Apelaciones de Mendoza).
En su reemplazo actuarán el juez de San Luis, Raúl Fourcade, y los mendocinos Alejandro Piña y Roberto Julio Naciff, precisaron las fuentes. Actualmente, estos magistrados esperan la producción de las pruebas ofrecidas por las partes (fiscalía y defensa) antes de resolver cuando comenzará el juicio, que podría ser antes de fin de año, indicaron. Todo comenzó la mañana del 9 de agosto de 2002. María del Carmen López (prefirió no hacer declaraciones) estaba en su ex casa de República del Líbano y Mendoza, Rawson, cuando la sorprendió una escena que no esperaba: su empleada, encañonada por delincuentes que primero le robaron joyas, relojes y otras cosas de valor, antes de llevársela como “plan B”, porque en realidad iban por su hijo que tenía 10 años.
Desde ese día y hasta que fue liberada sin el pago de rescate, el 13 de agosto de 2002, la mujer estuvo cautiva en una casa del barrio Solares de Otoño IV, Capital.
Y fue precisamente por esa vivienda que empezó a complicarse la suerte de Caparroz. Porque él alquiló la propiedad a una inmobiliaria; con él trató el dueño de la vivienda (le pidió poner una mediasombra alrededor) y también el gasista que hizo unos trabajos. Además, en el juicio otros tres de los condenados lo mencionaron como miembro de la banda, uno de ellos dijo incluso que le prometió $20.000 por cuidar a la mujer y sólo le dio $5.000, y que realizó uno de los llamados extorsivos desde Buenos Aires. Por si fuera poco, tras la liberación quedó señalado como quien mandó una carta extorsiva a Barceló pidiéndole $50.000 para no molestarlo más. Caparroz cayó en Entre Ríos en 2009 con un DNI falso y 1,700 kg de cocaína.
No menos comprometida es la situación de Luzi. La misma empleada de los Barceló lo reconoció como uno de los sujetos que la asaltaron aquella mañana y su propio primo, el arrepentido Iván Heredia, lo señaló como el líder de la banda. Luzi ya registra dos condenas en Córdoba: una por un secuestro y otra por un resonante robo en Río III.
