A simple vista puede parecer un trozo de acrílico, cuarzo o cualquier material transparente, pintado por encima con letras, íconos gráficos y números. Deja traslucir la palma de la mano del usuario, y hasta muestra símbolos que hasta parecen haberse dibujado a mano. Es un celular transparente y su nombre es Window Phone, del diseñador Seunghan Song. Hasta se empaña cuando hay niebla y se “moja” cuando hay lluvia.
Siguiendo con otros prototipos, se llega a la conclusión de que el camuflaje ya no es cosa de soldados en la guerra: ChamelePhone es un celular que cambia de color, y simula la superficie sobre la que se coloca. Ideal para encontrarlo fácilmente. Fue diseñado por Hiroyuki Tabuchi y puede mutar asumiendo la textura de la superficie sobre la que se coloca.
Otros dispositivos que se vienen, son los celulares ecológicos “Solar Phone” de la compañía japonesa Iida. Muy elegantes equipos de líneas innovadoras, cuyas carcasas son, básicamente, un panel solar desde el cual se alimentan, prescindiendo de las baterías convencionales.
Quienes no se conforman con cambios de colores o transparencias y quieren ir más allá, muy pronto podrán elegir celulares tales como el Ameba, el cual cambia su forma adoptándose al rostro del dueño. Ameba ha sido diseñada por Kwak Yeon e incorpora un nuevo concepto de celular hecho con material líquido, que cambia su forma una y otra vez adaptándose al contorno del rostro del usuario. La forma del equipo indudablemente no será la misma cuando el usuario lo mire al apagar su alarma temprano en la mañana, o al contemplarlo feliz al recibir ese mensaje de texto que tanto estaba esperando.
Lo que antes con gracia se veía en Los Supersónicos, ahora es una realidad gracias a Polaris, fabricado también por Iida: un celular que incluye una plataforma robot que lo hace capaz de pasearse por toda la casa. El aparato así, puede ser usado para monitorear y analizar toda la casa, dando alertas de todo tipo.
Fuente: Clarín.
