El seleccionado "local" de Argentina no pudo anoche con su par de Ecuador, con el que empató 2 a 2 sobre un embarrado terreno de juego del estadio marplatense José María Minella, que fue escenario de un juego que no dejó demasiadas conclusiones al técnico Sergio Batista. De hecho el equipo argentino empezó perdiendo el partido, lo pudo dar vuelta rápidamente en el primer tiempo y después sufrió un dudoso penal en contra que determinó la paridad definitiva. En este juego, el penúltimo que jugó este representativo nacional bien autóctono antes de la Copa América (el próximo será el 25 de mayo en Resistencia ante Paraguay), quedaron de manifiesto las preferencias del "Checho" respecto de algunos jugadores. Por ejemplo, Ariel Rojas, mediocampista de Godoy Cruz, constituye una alternativa cada vez más fuerte como lateral izquierdo, mientras que el racinguista Iván Pillud lo es por derecha. Otros dos jugadores a los que Batista no tiene empacho en mencionar como sus debilidades son el arquero Juan Pablo Carrizo y el delantero Gabriel Hauche, que hoy le respondió con un gol.
Del resto, el entrenador busca resultados pero sin la convicción que pone en los cuatro mencionados, incluyendo al volante Claudio Yacob, al que le otorga la capitanía aún a sabiendas de que su lugar en el "primer equipo" (el que integran mayoría de "europeos") tiene antes que él nada menos que a Javier Mascherano, Esteban Cambiasso, Ever Banega y Fernando Gago.
Todo esto estuvo cavilando bajo la intensa lluvia que cayó sobre el estadio marplatense el propio Batista durante 90 minutos insulsos, en los que Argentina tuvo dificultades para armar un circuito de juego por el medio.
A esto Ecuador le opuso un juego prolijo con la posesión del balón cada vez que pasaba por los botines de Michael Jackson Quiñonez y Segundo Castillo (también autores de los goles de su equipo, el segundo de penal), mientras en ataque apelaba a la experiencia de Franklin Salas y atrás se solidificaba en su arquero, el argentino naturalizado Marcelo Elizaga. En definitiva, más barro que oro quedó luego de la zaranda que pudo hacer Batista tras lo observado en este partido internacional con mucho gusto a "producto casero".
