Cinco causas por amenazas en Buenos Aires y Jáchal. Ser alguien impulsivo (en el juicio amagó con abalanzarse contra la fiscal), pendenciero, matón o con manejos psicopáticos ante situaciones adversas, según un psicólogo. Los testigos que lo vieron dejar de dormir para salir a perseguir a su rival y regresar al cabo de 20 o 30 minutos. El perro de la Policía que identificó su olor y el de la víctima desde el baldío donde bebía, hasta el canal donde murió ahogado. La ropa rota de la víctima y las 4 lesiones previas a morir detectadas en la autopsia: dos ‘golpes de boxeador’ en el costado del ojo derecho, el traumatismo en la boca con la falta de un diente, y otro golpe en una pierna. Todas esas pruebas fueron para la fiscal de Cámara Alicia Esquivel Puiggrós, indicios irrefutables de que la mañana del 14 de agosto de 2011 frente al barrio Pismanta I, en Jáchal, Eduardo Roque ‘Lalo’ Maza (44) persiguió, golpeó y causó una violenta caída con la frente y la nariz de Miguel Mateo ‘Sandunga’ Muñoz (24) en la pared del correntoso canal Sur, con consecuencias letales: no pudo reaccionar y murió ahogado.
Todo pasó tras una pelea de Muñoz con un hermano de Maza, Mario, alias ‘Japo’, en el lugar donde bebían. Luego de ese conflicto, Mario levantó a ‘Lalo’ diciéndole que Muñoz se había jactado de haberle ‘roto la jeta’.
Para la fiscal hubo un homicidio preterintencional. Entendió que Maza quiso dañar el cuerpo o la salud de Muñoz y no matarlo, aunque la muerte igual se produjo por su maniobra. Por eso pidió 6 años de cárcel.
El juez Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II, Cámara Penal) adhirió a ese planteo, pero condenó a 5 años a Maza, que así recibe su segundo castigo: el 26 de junio de 2008, en Mercedes Buenos Aires, le dieron 6 años de prisión por robo agravado, robo simple y abuso de arma.
Ayer, los defensores Adrián Riveros y Ricardo Pozo pidieron la absolución de su cliente por el beneficio de la duda. En su alegato, cuestionaron los indicios de fiscalía por entender que se prestaban a varias interpretaciones. Y pidieron anular la prueba del rastrillaje con el perro de la Policía. Ahora, podrán pedir la revisión del fallo en la Corte de Justicia.
El caso Muñoz había causado tal conmoción en Jáchal, que el 22 de agosto de aquel año, un día previo a que el cuerpo de la víctima fuera hallado en el canal cerca del cruce con ruta 40, furiosos manifestantes apedrearon y quemaron el auto de un policía, la misma Seccional 21ra y oficinas del edificio municipal.
