Escuchó el último pitazo del árbitro del partido, Juan Pablo Pompei, y se arrodilló en el húmedo césped del Hilario Sánchez. Así reaccionó el arquero Leonardo Corti ante el final del juego de San Martín en donde finalmente tuvo la misión de jugar de titular, representando así su debut en Primera con el Verdinegro. Y su labor estuvo a la altura de sus compañeros, es decir con un rendimiento global importante y cortando varios ataques peligrosos de la visita rosarina.
Las especulaciones por saber si atajaba Corti o Luis Ardente se terminaron en el calentamiento previo cuando el primero de ellos se dispuso a entrar en calor junto al entrenador de arqueros, Lito Cuevas. La gente apoyó al número 12 del plantel desde ese momento y Corti, quien está en el club desde hace tres años, respondió con su actuación. Sus intervenciones fueron acertadas y con la similitud de hacerlo en varias ocasiones saliendo rápido a cortar pelotazos largos de Newell’s. Fue en dos ocasiones en que el cuidapalos debió estar rápido de reflejos ante la entrada de Fabián Muñoz. En una de ellas cortó el peligro con las manos y en otra con el pie rechazando el balón.
Corti ya había debutado en Primera en julio del 2005 con Almagro frente a nada menos que Boca. Aunque aquella vez el Tricolor ya estaba descendido y por eso el bautismo tuvo un sabor diferente. Ayer se trató de un encuentro vital para continuar en la máxima categoría y por eso su descargo en el final. De hecho el nacido en San Pedro, provincia de Buenos Aires, hace 31 años, había marcado que en la intimidad de su familia había charlado lo que representaba para él esta oportunidad, ni más ni menos que cumplir un sueño.
La imagen final fue de todo San Martín celebrando el triunfo y con Leo en el medio de todos saltando. Lo celebró junto a su colega Ardente, quien fue el primero en llegar a abrazarlo tras el último pitazo de Pompei.
