Los cálculos en los pizarrones y los cuadernos con los pasos a seguir para los experimentos son algunas de las postales del laboratorio de la Escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento. Ahí, aislados del bullicio de los pasillos y concentrados en los detalles de sus creaciones, los alumnos de la escuela fabrican juguetes tecnológicos que luego serán expuestos en el V Congreso Mundial de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia que se hará en San Juan en octubre próximo.
Un auto para ayudar en un rescate o el equilibrista, un muñeco que enseña sobre equilibrio y estática, son algunos de los juguetes que ya tienen listos para la muestra. Sin embargo dijeron que aún quedan algunos otros que están en pleno estudio. Un ejemplo de esto es un metegol en el que los jugadores dirigirán a sus futbolistas con imanes. Así gracias al magnetismo los muñecos del metegol harán girar la pelota.
Los alumnos, que encontraron en el laboratorio su segunda casa, son en su mayoría integrantes del Club de Ciencia de la escuela. En ese espacio extracurricular los chicos tienen la posibilidad de expresar sus conocimientos jugando e inventando.
Aprender y enseñar son algunos de los objetivos principales que tiene esta mini fábrica. Es que con la ayuda de docentes de la institución, los estudiantes aplican principios físicos (magnetismo, dinámica, entre otros) para fabricar los juguetes que a la vez sirven para enseñar estos mismos principios a otros estudiantes.
Dentro del laboratorio tiran diferentes ideas. Después de consultas con los docentes empieza el proceso del diseño. Así, tras muchos ensayos los juguetes empiezan a tener forma. ‘El proceso es difícil. Debemos hacer varias pruebas para ver qué material es el adecuado para lo que vamos a crear’, dijo Gabriel Mattus, uno de los estudiantes que explicó que después de definir todo esto ponen en marcha la fábrica. Fue así que ya crearon algunos de los juguetes que expondrán en la muestra ‘Juguemos’.
