El ministro destacó que hay una diferencia abismal entre lo que le paga una obra social al sistema público y lo que le abona a una clínica privada por las prestaciones médicas. Así dijo que el Hospital Rawson, al encontrarse dentro de los centros de salud de autogestión, está obligado a cobrar un monto en base a un nomenclador nacional fijado por la Superintendencia de Obras Sociales. El funcionario puso como ejemplo que un día de Terapia Intensiva, con medicamentos incluidos, en un hospital público le cuesta 900 pesos a una obra social. En cambio, en la parte privada, a través de convenios entre la obra social y cualquier sanatorio, la misma práctica por el mismo lapso está arriba de los 2.500 pesos. “Esto hace que muchas obras sociales deriven los pacientes a los centros públicos porque de esa manera pagan mucho menos. No la urgencia, no la emergencia, sino la parte crónica del tema, cuando ellos están cobrando por dar el servicio en la parte privada y no en un hospital. Con lo cual, no se recupera realmente lo que gastó en el paciente sino que es muchísimo menos”.
