Fue una final apasionante. Pero a su vez dolorosa para Unión que no pudo ante la supremacía de Murialdo, de Mendoza. Le ganó bien. Con inteligencia, rapidez y efectividad marcó cuatro goles y recibió dos en contra. Así se llevó el título ante más de 1.000 personas y dejó un sabor amargo en los chicos de Rawson que hicieron un gran torneo.
Iba a ser parejo porque ambos equipos sabían a lo que jugaban. Sin embargo los medocinos pudieron plasmar mejor su táctica y se llevaron el partido. A pesar de algunos disparos de Francisco Nardi en Murialdo, en los primeros minutos se estudiaron bastante. Los de la provincia vecina estuvieron atentos a la marca y Unión intentó abrir espacios para probar al arquero Díaz.
Sobre los 8’ Molinero generó la primera jugada de peligro para los de Rawson con un tiro fuerte y esquinado. Luego, con paciencia, siguió buscando abrir el marcador sin fortuna para el Azul. En cambio su rival, con un juego colectivo y veloz encontró en el final del primer tiempo el primer gol: Joaquín Vargas encaró por derecha y disparó cruzado. Un tremendo mazazo para Unión que volvió a encontrarse en desventaja un minuto más tarde, por una nueva conquista de Vargas. Esta vez fabricó una gambeta en el área, se sacó un rival de encima y tras un rebote decretó el 2-0.
En el complemento, Unión no llegó a tocar la bocha previo a otro golpe de Murialdo: la tomó Leandro Díaz y facturó con el tercer gol de su equipo. No le encontraba la vuelta el Azul y a los 3’ el arquero Tejada tapó un libre que podría haber liquidado la historia antes de tiempo. Aunque 20 segundos después Unión tuvo una a favor que cambió por gol el capitán Illanes, tras un rebote del arquero. Ahí se armó un partido de ida y vuelta en el cual Calivar y Clevers pudieron descontar diferencias pero sus tiros salieron cerca.
Faltando siete minutos Murialdo cerró el partido con el último gol concretado por parte de Gonzalo Vargas: la hizo toda Nardi por derecha y el 9 solo tuvo que empujarla a la red. Cuando iban 12’ Unión llegó al descuento a través de un nuevo libre de Illanes. Pero ya era tarde para reaccionar. El Canario cuidó la bocha, se cerró bien atrás y festejó.
