Eran las 9 de ayer cuando un incendio que comenzó en una estufa a leña, consumió las pocas cosas que tenía Julio Torres en la pieza que habitaba junto a su esposa en el fondo de su casa del barrio San Martín, en Pocito. El siniestro, provocó un gran daño material y así agravó las penurias del hombre, (enfermo igual que su mujer) que mantiene con changas a sus ocho hijos y seis nietos, y además no consigue trabajo por tener una discapacidad en sus manos por un accidente.
Torres es un changarín de 44 años y sufre de fobia. Diariamente, se las rebusca para sobrevivir y mantener a los 15 integrantes de su familia con los 30 pesos que obtiene escardillando la tierra y cosechando ajos en una finca cercana. Los padres de sus nietos nunca se hicieron cargo de los chicos y eso lo complica. A veces lo acompaña uno de sus hijos mayores y le ayuda con lo que puede. Dice que es el único trabajo que pudo conseguir, porque un accidente con una sobadora de pan hace unos años lo dejó los dedos de sus manos afectados para siempre. No es pensionado y dos de sus hijos sufren de desnutrición y problemas de crecimiento.
Vive junto a su esposa Margarita Castro (41 años, ama de casa), quien padece una enfermedad llamada Takayasu, que ataca las arterias del cuerpo y es incurable, contó el hombre. El matrimonio tomó la decisión de irse a vivir en una pieza de palos y cartón prensado construida en el fondo, para darles mayor comodidad a sus hijos y pequeños nietos en los dos ambientes de la casa principal, dijo Torres.
Ayer, la rutina de su esposa de prender la estufa para calentar agua para unos mates produjo lo peor: una chispa originó en su humilde habitación un incendio que acabó con la ropa guardada ahí de casi toda su familia. También con unos $300 que tenían ahorrados para pagar los impuestos, cuatro colchones, una cama, frazadas y muebles, dejándolos casi sin nada. Luego, una veintena de vecinos ayudaron a extinguir las llamas que dejaron al rancho reducido a cenizas, indicó el changarín. Ayer, desde el gobierno, habían empezado a ayudarlos con algunas cosas básicas, como camas y colchones.
