Por eso decidieron quedarse en el lugar cubriéndose la cabeza con camperas para no tragar tanta tierra y sujetando los vasos y manteles que amenazaban con volarse. De esta manera se prepararon a esperar que pasara el ventarrón que comenzó a soplar a las 22 del domingo, justo antes de que comenzara el desfile de las candidatas a Reina Nacional de Santa Lucía, y que hizo retrasar la fiesta por casi dos horas.
Tanto los técnicos encargados de la iluminación y seguridad en el predio como los bomberos recomendaron no retomar las actividades hasta que las ráfagas disminuyeran su intensidad y velocidad. También como precaución decidieron desconectar la electricidad en el escenario y bajar una columna con más de 20 reflectores que colgaban a varios metros de altura.
Sólo algunos pocos decidieron abandonar la plaza después de ahogarse con la tierra y el humo de los puestos de comida que el viento desparramó en todas las direcciones, mientras los puesteros hacían malabares para sostener los nailon de los techos y para controlar las llamas avivadas por el viento.
Pero el resto de la gente no abandonó su lugar, esperando ver el espectáculo central de la noche a cargo de Luciano Pereyra. Finalmente a las 23.45 la fiesta continuó ante 15.000 espectadores (según los datos de los organizadores) que aplaudieron la belleza de las candidatas, el humor de Los Cumpas y el talento de Luciano Pereyra.
Bomberos informó que a pesar de la intensidad del viento de la noche del domingo, no se registró caída de árboles ni ningún otro inconveniente.
