Tenía que darse tarde o temprano. En semifinales o en la final. Pues bien, será en la primera instancia, buscando un boleto para el partido por el título de mañana. Así, la Selección argentina de hockey sobre patines se medirá hoy, en una de las semis de la Copa de las Naciones, frente al actual campeón del mundo: España. Será a último turno (las 17 de nuestro país). Los españoles (disminuidos porque presentan en este torneo un equipo cargado de juveniles y que poco tiene que ver con el que llegará a San Juan a defender el título) serán, se sabe y pese a todo, rivales durísimos. Porque España es España. Y, con juveniles o con lo que sea, nunca regala nada y siempre quiere ganar todo. La otra semifinal será entre Portugal (que para este torneo está casi completo) ante el sorprendente Angola, que demostró estar en un gran nivel.
Para la Selección albiceleste, el equipo español es casi un karma. Los argentinos siempre están cerca, pero a la larga terminan perdiendo con los españoles. En el último enfrentamiento entre ambos (la final del Mundial 2009 en Vigo), España ganó y levantó la corona. Este año se viene el Mundial en San Juan y los dirigidos por José Martinazzo buscarán revancha. Qué mejor entonces que hoy vayan haciéndole sentir el rigor a los españoles.
Lo de ayer del equipo de José fue lógico y merecido. Dominó a Francia cuando se lo propuso y siempre fue arriba en el tanteador. Ganó 4-2. Con autoridad. Con capacidad. Y, por sobre todo, con buen juego asociado. Hubo momentos en los que el partido se emparejó. Fue cuando los galos se pusieron firmes (y hasta violentos) en la marca. Pero no aguantaron el ritmo y Argentina los eliminó. Al descanso, el Albiceleste se había ido ganando. Primero tras una salida rápida que terminó con el sello de Guille Babick. Y después con un penal anotado por el Tuco Avalos (descontó el inefable Landrin). En el complemento sumó de nuevo el Tuco, descontó el francés Weber y selló el resultado final el Mono Velázquez. Argentina ganó, pero hoy se le viene lo mejor.
