El sector de los vinos espumantes, por su crecimiento es hoy uno de los más dinámicos de la industria del vino. En los últimos cinco años se vendieron millones de litros tanto para consumo interno como para exportación lo que generó al sector más de 550 millones de dólares. En el 2011 cerró con un crecimiento del 16% en el mercado interno, el 26% en las exportaciones y el 16% la facturación.
En los últimos 10 años ha crecido enormemente el consumo en el país y el buen resultado en las ventas ha colaborado con la mejoría de la calidad y ha exigido a las bodegas más importantes elaborar su propio vino espumante.
Terminado el primer semestre del 2012, y pese a todos los problemas que se esgrimen en materia económica y cambiaria, las exportaciones de vinos nacionales han crecido en volumen un 35%. El espumante lo ha hecho en un 16%.
Sin duda que esto se debe en gran parte al beneficio que el sector de la industria recibió del Gobierno nacional. En el 2005 se introdujo el novedoso concepto de sustituir impuestos por inversiones. Se estableció que el pago del impuesto interno del 12% que el Gobierno nacional aplicó a algunos productos quedaba suspendido por diez años para los vinos espumantes, a cambio de que las bodegas se comprometieran a realizar inversiones al menos 25% superior del valor impositivo que el Estado Nacional debía tributar.
Este año la presidenta Cristina Fernández prorrogó hasta el 2013 la exención impositiva para los vinos espumantes. Desde Bodegas de Argentina aseguraron que están trabajando para que la próxima prórroga impositiva sea hasta el 2015.
Durante el período 2005-2010 el sector realizó inversiones reales por más de 131 millones de dólares, una cifra notoriamente superior a los 66 millones de dólares que el Estado hubiera tributado en concepto del impuesto interno del 12% a ese vino.
En el 2010 la venta de vinos espumantes superó los 145 millones de dólares. En tanto que el sector realizó inversiones reales por más de 25 millones de dólares, con lo cual superó los 17 millones de dólares que hubiera tributado al Estado en concepto del impuesto interno del 12% a ese tipo de vinos.
CONSUMO
El consumo en el país ha sido un boom fenomenal. En el 2000 se bebieron 17,4 millones de litros y en la actualidad hemos superado los 34,4 millones de litros. Un crecimiento del 100%.
Argentina en el año 2000 exportaba por una cifra de 7,8 millones de dólares, en el 2010 fue de 14,5 millones de dólares y en el 2011 19,6 millones. El espumante argentino se hace famoso en Latinoamérica: Brasil, Perú, Uruguay, Chile y Colombia lo prefieren. También es importante Estados Unidos con el 15 % de las ventas.
En cuanto al mercado de China, nuestro país se ha convertido en el noveno proveedor por delante de Chile.
Otro dato: las importaciones cayeron. En el 2000 se importaban 2, 7 millones de litros y hoy sólo alcanzan a los 60 mil litros. Esto hace que la industria nacional crezca y por la calidad que esta recibiendo la gente se incline por esta bebida que ya no es sólo exclusiva para las fiestas de fin de año. Pese a ser una cifra todavía alta, hoy sólo el 40 % del espumante se consume en el mes de diciembre.
El preferido son los espumantes ‘secos‘, un 77 % del consumo. Se refiere a las categorías de nature, extra brut y brut, es decir en la categoría de hasta 15 gramos de azúcar por litro. Los demi sec tienen hasta 50 gramos por litro.
Los espumantes extra brut son el 56 % de la facturación. Los rosados han crecido mucho aunque todavía son el 7,5 % de las ventas. Los dulces, más de 50 gramos de azúcar por litro, sólo alcanzan un 1 %.
