El fiscal general, Alberto Nisman, que investiga el ataque terrorista a la sede de la AMIA, ordenó un conjunto de diligencias y medidas probatorias en sintonía con lo resuelto oportunamente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que revocó la absolución del armador de autos Carlos Telleldín.
Según informó Nisman a Télam, el fiscal aspira "a llevar nuevamente a juicio oral a Telleldín y a su entorno", y agregó que espera "tener finalizada su investigación hacia fines de año y luego enjuiciarlo ante un tribunal oral".
Para Nisman, Telleldín "debe estar preso", para lo cual espera que "el juez federal Rodolfo Canicoba Corral resuelva favorablemente el pedido de detención sobre el armador de autos" que ya efectuó.
El fiscal busca profundizar la investigación sobre la conexión local y para ello dispuso una serie de medidas tendientes a esclarecer las circunstancias en que el vehículo Traffic utilizado como coche bomba fue trasladado desde la agencia de Alejandro Monjo hasta el taller mecánico de Claudio Cotoras.
También quiere determinar "qué teléfonos se activaron en las primeras horas del día del atentado, establecer qué abonados fueron dados de alta y de baja en los momentos inmediatamente posteriores y anteriores del ataque y cerrar el círculo sobre un ex empleado de Telleldín que vivía en su domicilio para la época de entrega de la camioneta".
Pidió, también, una investigación patrimonial sobre varios de los imputados y se valdrá "de un complejo y efectivo sistema de cruces telefónicos tendiente a establecer eventuales responsabilidades.
