Ante el avance impiadoso del calendario, autoridades del Gobierno y de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan apuran los detalles finos del convenio para comenzar de inmediato el inventario de glaciares impuesto por la Ley Provincial 8.144. El condicionamiento climático es clave: se trata de un trabajo de campo a unos 4.800 metros sobre el nivel del mar, un área intransitable para el ser humano en invierno.

Acordado el presupuesto, las áreas temáticas que quedarán comprendidas en la investigación y el plazo establecido, sólo resta por resolver un aspecto no menor: la inclusión del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) en el plano científico.

Según dijo a CUYO MINERO el decano Ciencias Exactas, Rodolfo Bloch, actualmente los científicos de la UNSJ tienen contacto permanente con sus colegas del Ianigla y se espera que el Gobierno Provincial acuerde los términos con el instituto nacional para incluirlo en la investigación. Hace algunos días el secretario de Estado de Medio Ambiente, Raúl Tello, admitió públicamente que están avanzadas las conversaciones para que esto ocurra.

La participación del Ianigla en el inventario de glaciares en San Juan serviría para disipar las críticas del sector ambientalista que acusa a José Luis Gioja de judicializar la Ley Nacional de Glaciares con el solo fin de excluir al instituto con sede en Mendoza.
Sin embargo, el Ianigla ya intervino en suelo sanjuanino, al participar del estudio de los glaciares comprendidos dentro del área de Pascua-Lama, previo a la Declaración de Impacto Ambiental.

El inventario

Una vez finalizado el relevamiento de glaciares, que se presentó a fines de 2010, y constituyó un trabajo de escritorio con fotografías satelitales, el paso siguiente es el inventario, que básicamente implica salir al terreno.

Según dijo Bloch se estudiará la geología, la geofísica y la hidrogeología en siete zonas, de las cuales las dos últimas se cuentan como si fueran una sola, porque son colindantes:
1-Pachón
2-Los Azules
3-Altar
4-Agua Negra
5-Colangüil
6/7-Veladero y Lama juntos

Así lo propuso el Gobierno, como primera etapa. La idea de los académicos es continuar posteriormente con el análisis palmo a palmo de toda la cordillera. Sin embargo, se definió comenzar con estas siete áreas, trabajo que demandará un presupuesto de 2,8 millones de pesos aportados íntegramente por la provincia, y un plazo de ejecución del estudio de 2 años. El presupuesto inicialmente pedido por la UNSJ superaba los 4 millones de pesos pero hubo una negociación para bajar costos. Se eliminó, por ejemplo, el estudio de la biología de la zona.

Esta campaña será complicada, ya que hay que subir con teodolitos y otros instrumentos, además de que los investigadores deben acreditar excelentes condiciones de salud para practicar montañismo a más de 4.800 metros de altura.

Se acordó con las autoridades provinciales realizar toda la investigación de geología, geofísica e hidrogeología. Esto último implica determinar cuál es la erogación de caudales real que tiene cada glaciar a la cuenca hídrica con la que está relacionado.
Se realizará una tipificación de los glaciares en base a sus atributos morfológicos y su naturaleza. Es decir, describir su tamaño y forma, por un lado, y definir si son glaciares expuestos, de roca, etcétera.

Se realizará también una caracterización en función de sus atributos físicos y químicos. Habrá que generar “modelos tridimensionales”, para lo cual se utilizará instrumental específico como un georadar.

Además se hará una zonificación de los glaciares, en función de coordenadas de latitud, longitud y altura.

Una pregunta a responder es quién será el propietario de esta información. La UNSJ tiene una normativa sancionada en 2009, por la cual pese a realizar trabajos para terceros, como el caso del inventario de glaciares, no puede perder derechos sobre la titularidad de la investigación. Se está buscando una vía de solución que apunta hacia los derechos compartidos.