En abril de 2009, Isaac Abecasis presentó la cuenta 2008, la cual debía ser analizada por el mismo Tribunal. Los 4 miembros coincidieron que tenía errores formales, pero luego se acentuó la división interna. Pedro Belenguer y Fernando Manrique sostuvieron que las anomalías fueron salvadas, pero Graciela Chávez y Laura Yanzón destacaron que debía ser rechazada por inconsistente. Como hubo empate, nació otra discrepancia. Los hombres consideraron que se debía designar a un co-miembro y ellas, que debía ser analizada por los diputados. Finalmente, la Cámara emitió un dictamen en el que estableció que el Tribunal no se puede controlar a sí mismo y que es facultad del Poder Legislativo.
