Algún día tenía que ser y Jota Jota López lo hizo. Rompió el silencio, ese incómodo silencio que se dio después del descenso de River. Decidió que era hora de salir de su ostracismo, de su exilio tras el 1-1 contra Belgrano en el Monumental. Y lo hizo con los tapones de punta: “A mí nadie me puede reprochar nada”, dijo el ex DT de los de Núñez en Radio La Red.

Aún golpeado, asegurando que “más dolidos que mi familia y yo no va a haber nadie”, el Negro igual quiso desligar de responsabilidad a sus ex dirigidos: “Les estoy agradecido a los jugadores, al grupo. Confié y confió plenamente en que han dado todo”. Pero también reconoció que hubo un quiebre después del superclásico perdido en La Bombonera: “Después del partido contra Boca empezamos a dudar de todo lo bueno que estábamos haciendo”.
López explicó que el Clausura había arrancado bien, “pero los medios y la gente ambicionaron cosas y la cabeza vuela”.

¿Autocrítica? “Se fueron dando muchas situaciones individuales, colectivas y desde afuera de River que nos llevaron a esto, yo me hago cargo de la parte futbolística, pero el club sigue arrastrando problemas”