"Juan comenzó a manifestar un pequeño rechazo, esto es algo normal dentro del mes de trasplante, está medicado con corticoides y un poco más de inmunosupresores, y evoluciona favorablemente", contó en exclusiva a DIARIO DE CUYO Alberto Charroqui, el médico terapista de Juancito Brizuela, el sanjuanino trasplantado del corazón el pasado 11 de marzo en el Hospital Garrahan, cuyos estudios de rutina del lunes reflejaron que algo sucedía con el nuevo órgano.

El profesional aclaró que estadísticamente de cada 10 pacientes, 8 presentan algún tipo de rechazo en este tipo de cirugías cardiovasculares, y lo más destacado en el caso del niño es que no manifestó ningún síntoma clínico, es decir, no llegó a descompensarse y detectaron a tiempo la falla orgánica, que hasta el momento no registró complicaciones.

Pero más allá del parte médico, Juan sigue sintiéndose igual, eso es lo que confirmó a este diario el martes por la tarde, brevemente, vía telefónica: "Me siento bien, no me duele nada ni me dolió antes y ahora quiero salir de nuevo", expresó, al tiempo que le pidió a su madre María Angélica que lo llevara afuera como lo hizo durante la mañana.

Es que a pesar del inconveniente del rechazo, el pequeño empezó a caminar por el Garrahan y le es muy difícil volver a instalarse en terapia, más ahora que le pasan nuevamente medicamentos vía endovenosa y está conectado permanentemente a un suero.

Y para hacer más placentera la estadía en esa área, la madre le consiguió una Play Station, que los enfermeros le permitieron conectar al televisor que ve Juancito, para que pueda jugar y pasar el tiempo más divertido.

"Ahora que se siente un poco mejor pide cosas constantemente, quiere los juguetes que se venden en la entrada del hospital y me dice que le traiga comida distinta a la que le dan; ya tiene dos autitos, una moto chiquita y logré que me dejaran pasar sólo caramelos, un sánguche de miga y galletitas, pero lo demás no puedo", contó risueña María.

Juan le pide sopa "más rica que la de ahí", naranjas y manzanas, pero las frutas sólo se las pueden dar en el nosocomio, para garantizar las condiciones de higiene y seguridad alimentaria porque el niño está intencionalmente con muy bajas defensas para aceptar el corazoncito.

Los pasos a seguir según Charroqui incluyen la evaluación del estado de salud integral del sanjuanino y su respuesta a los nuevos medicamentos; "si continúa mejorando, las semana próxima estaría en condiciones de pasar a sala común", anticipó el médico.

Y de llegarse a concretar la novedad, a la buena noticia para Juan, se le sumaría otra inesperada: la visita de su padre Miguel Antonio Brizuela, y de sus tres hermanitos menores Melisa, de diez años, Elio, de ocho y Eliseo, de seis, los que llegarían a Buenos Aires el lunes próximo, según confirmaron desde la Casa de San Juan en Buenos Aires, sobre las gestiones que Desarrollo Social provincial está llevando a cabo para el traslado de su familia, junto a una asistente social.

También, María Angélica manifestó que el Ministerio nacional que encabeza Alicia Kirchner, le entregó días atrás 160 pesos en tickets que se sumaron a los 140 que recibe mensualmente para comprar comida, o lo que necesite; no obstante, la gente la ayuda permanentemente y le entrega comida, calzado, ropa y hasta ofrece darle regalitos para Juan.

Ahora que el niño ya puede levantarse y caminar, su mamá le compró una vestimenta deportiva nueva para que esté contento, "me dijeron que seguro va a pedir de todo, pero que también lo consienta por todo lo que está pasando", dijo María, quien inmediatamente le llevó una bolsa de caramelos variados a terapia para cumplir con el antojo de la criatura.