La Dirección General de Rentas (DGR) busca frenar la avivada de algunos contribuyentes (particulares y empresas) que están asentados y transitan con sus vehículos en San Juan, pero que pagan el impuesto automotor en otra provincia. Los que realizan esa maniobra buscan distritos que cobran valores menores en concepto de patente y así, el fisco local se priva de percibir ese ingreso por parte de un sector que aún no está identificado. Para localizar a estos contribuyentes, los inspectores de Rentas ya han salido a la calle, junto con la Policía, y han encontrado 21 movilidades que llevan a cabo esta práctica. La otra herramienta que usarán es el cruce de información entre la base de datos local y la nacional. Aquellos que sean detectados, primero se los invitará a que radiquen el vehículo en la provincia y si no lo hacen, serán intimados y luego pueden ser multados, dijeron desde la repartición.

A pesar de que la cantidad de autos ha crecido significativamente, el impuesto presenta un nivel de morosidad de alrededor del 60 por ciento. La recaudación de tributos locales constituye una fuente de recursos genuinos para el Estado. Por eso, el ministro de Hacienda, Francisco Alcoba, señaló, tiempo atrás, que iba a “tomar medidas” para revertir ese cuadro. Y bajo esa premisa han puesto la lupa en los propietarios de vehículos que viven y transitan en San Juan, que tienen seguro y carnet en la provincia, pero que pagan el tributo en otra jurisdicción. Una de las acciones que encararán es el entrecruzamiento de datos de la base local de contribuyentes que tiene Rentas (no sólo de patentes) con la del Registro Nacional del Automotor. Así, buscarán el CUIT o CUIL de una persona o empresa para cotejarlo en la base nacional para saber si tiene movilidades registradas fuera de la provincia. El primer paso se concretó en octubre, cuando los inspectores salieron a la calle y hallaron 21 vehículos radicados en otros distritos, cuyos titulares han sido invitados a regularizar su situación.