Donald Spoto, autor de biografías de estrellas del celuloide como Marilyn Monroe, Audrey Hepburn o Alfred Hitchcock, tomó la figura de la princesa de Mónaco, Grace Kelly. A casi tres décadas de su muerte en un accidente de tránsito, el escritor la describe como una mujer "cálida, cercana, muy sensual e inteligente", para "desmentir el tópico de que era una cara bonita".
