Por convencimiento o con el fin de marcar claras diferencias con su antecesor, Diego Maradona, desde que llegó a la selección Argentina mayor Sergio Batista dejó clara su idea de equipo y el sistema táctico a usar, el 4-3-3, queriendo "copiar" al espejo en que se basa este pensamiento del Checho, el multicampeón Barcelona de España. En sus ocho partidos al mando, nunca mutó de este esquema, aunque lógicamente de acuerdo a las circunstancias optó por diferentes intérpretes. Hasta que las pruebas de cara a la Copa América que organizará nuestro país desde julio parecen haber llegado a su final buscando el once ideal. Así quedó claro tras esta gira por Estados Unidos y Costa Rica donde a priori se disputaron los últimos amistosos previos a dicho torneo y en el cual ambas formaciones se destacaron por una gran tenencia del balón, basados en el triple cinco del mediocampo, aunque en el caso del martes (pobre 0-0) sin la verticalidad ideal ante la ausencia de Messi.
"Me gusta un equipo con mucha tenencia de balón. Que tenga identidad propia. Obviamente que lo ideal sería el Barcelona, pero nosotros en la selección no tenemos a los jugadores todos los días. Yo a Messi lo veo cuatro días seguidos como mucho en el año y Guardiola duerme con él". Batista lanzó esta frase antes del choque con Portugal, en Suiza, en lo que él definió como "su primera lista”. Para ese juego ante Cristiano Ronaldo y sus muchachos, paró su equipo preferido de cara al choque con Bolivia abriendo la Copa América en La Plata. Lo repitió contra Estados Unidos, salvo la lesión de Romero y el ingreso en el arco de Andújar. Esa formación contó con el triple cinco Mascherano-Banega-Cambiasso que es la principal marca registrada de este proceso. Son jugadores con experiencia y un gran trato del balón, como predica el Checho.
La defensa para la Copa América también parece segura y salvo la inclusión de Rojo, un gran acierto de Batista ante la ausencia de alternativas en esa zona del campo, el resto cuenta con más de 30 partidos en la Mayor. Son defensores sin mucha presencia física, pero a su vez con buen trato de balón como para dárselas clara a los volantes. Acaso en el juego aéreo, tal cual pasó con Estados Unidos, esté el mayor conflicto a resolver. Los pelotazos cruzados, cuando no llegan a las inmediaciones del uno, volvieron a causar más de un dolor de cabeza y en ese aspecto existe una gran similitud negativa con el ciclo Maradona.
"Messi tiene que jugar por el medio, retrasado, sin posición fija, pero haciendo las veces de un nueve falso”. Así calificó Batista su intención del lugar en la cancha del mejor jugador del mundo en las últimas dos temporadas, según la FIFA. A su alrededor buscan rodearlo de jugadores con gran técnica y precisión en velocidad, que en éstos momentos se perfilan para ser en la Copa América Di María y Lavezzi. Sin Lio en la cancha pasa lo del martes en Costa Rica, un equipo con gran dominio de balón, que hasta lo monopoliza, pero que aburre. Batista prefirió ante la selección de La Volpe prevalecer su sistema por sobre los jugadores y repitió el 4-3-3 llegando a improvisar como puntas a Sosa o Pastore, en una posición que no siente el crack de Palermo. En un futuro, Pastore podría ser el compañero de Messi, aunque no de enganche tal cual reveló el Checho.
