San Juan, 3 de Agosto.- La muerte de una nena de 2 meses despertó serias denuncias de los padres del lugar. Aseguran que sus hijos tienen problemas respiratorios, en la piel y hasta sarna.
Estrechos pasillos, basura por doquier y humo en el ambiente (producto de la quema nocturna del basural) son las postales del asentamiento que alberga a unas 315 familias y 520 niños, en su mayoría entre 1 y 12 años.
Las madres se agolpan en la puerta de la unión vecinal para buscar una botella de leche con la que alimentar a sus hijos, allí los reclamos se reproducen. “A mi hija le salieron unas ampollas en la cabeza y en pocos días se le extendieron a la cara y el cuerpo. En la salita me dieron una crema, pero no le está haciendo nada”, relató Vanesa, madre Antonella, de 4 años a Diario de Cuyo Online.
Como Vanesa, otras madres aseguran que la aparición de manchas blancas son frecuentes entre los pequeños, como también los broncoespasmos. “Acá todos los chicos tienen problemas respiratorios, pedimos nebulizadores pero sólo nos dieron uno para todos. Los niños pasan frío y viven entre la mugre, es imposible que estén sanos”, contó Graciela mientras peinaba a una de sus hijas con problemas de piel en el rostro.
“El bajo”, tal como lo nombran en el asentamiento, es la zona más conflictiva del lugar. Allí diariamente camiones descargan basura, los vecinos se animan a decir que hay hasta residuos patológicos, que luego son quemados por la noche. De esa manera se quemó Alexander, de dos años, hace poco más de un mes mientras jugaba en el lugar. “Me descuidé un segundo y se fue a jugar, es un niño y no entiende los peligros a los que está expuesto”, contó su madre, Laura Godoy.
“Acá hay niños que tienen sarna, en el centro asistencial les dan una cremita y nos piden a los padres que no los dejemos en contacto con la basura, parece que no saben que acá está lleno de mugre”, agregó Rita Jácamo, presidenta de la unión vecinal.
Las 315 familias ya fueron censadas y se espera por la pronta erradicación del asentamiento que lleva más de 14 años en el lugar y que día tras día aumenta en habitantes y en riesgos para los más pequeños.
