La nueva influenza H1N1 que en Argentina se ha cobrado l vida de al menos… guarda una estremecedora semejanza con la cepa viral que causó la pandemia de gripe de 1918, con mayor capacidad de infectar los pulmones que los virus comunes de influenza estacional, dijeron ayer investigadores. De todos modos, ello no impide, empero, que sean sensibles al tratamiento con los fármacos antivíricos existentes, según indica un estudio publicado por la revista Nature.
La pandemia de gripe en 1918 acabó con la vida de entre 40 y 100 millones de personas en el mundo.
Yoshihiro Kawoaka y su equipo de la Universidad de Wisconsin, Madison (EEUU), tomaron cepas de virus extraídas de pacientes afectados por la enfermedad y estudiaron su morbilidad en cuatro modelos animales.
En los ratones, los hurones y los macacos, la infección por ese tipo de virus tiene efectos más graves que las cepas de virus de la gripe tradicionales.
Esos virus pueden también infectar a los cerdos, que no enferman, sin embargo, por el contagio, lo cual podría explicar la ausencia de informes sobre brotes en la población porcina antes de su transmisión a los humanos.
Las pruebas confirmaron otros estudios que han demostrado que la nueva cepa de gripe, conocida inicialmente como porcina, puede propagarse más allá del tracto respiratorio superior y entrar profundamente en los pulmones, haciendo más probable un cuadro de pulmonía con complicaciones graves, sostuvo el equipo internacional.
"Cuando realizamos los experimentos en hurones y monos, el virus estacional no se replicó en los pulmones", afirmó Yoshihiro Kawaoka, quien encabezó el estudio.
Una vieja fotocopia
Los investigadores, que revisaron el virus en muestras de sangre extraídas en 1999 a residentes y trabajadores de casas de reposo en California, Wisconsin, Países Bajos y Japón descubrieron que las personas que sobrevivieron a la pandemia de 1918 parecen tener una mayor inmunidad contra el virus.
Las personas nacidas antes de 1920 tenían una fuerte respuesta de anticuerpos ante el nuevo virus H1N1, lo que significa que sus cuerpos "lo recordaron" a partir de una infección previa durante sus vidas.
Este descubrimiento respalda un estudio publicado en Nature que también reveló que personas que sobrevivieron a la pandemia de 1918 aún tienen protección inmunológica contra la enfermedad.
Los virus de gripe cambian constantemente, razón por la cual la gente puede volver a infectarse y las vacunas deben renovarse regularmente.
