De la mano de Néstor Kirchner se convirtió el 28 de noviembre de 2005 en la primera mujer en la historia argentina en tomar las riendas del Ministerio Economía. Ayer, siete años después, Felisa Miceli volvió a inscribir su nombre en otro hecho inédito aunque, esta vez, en las crónicas judiciales: se convirtió en el primer exfuncionario del Gobierno kirchnerista en ser condenado por la Justicia. Recibió cuatro años de cárcel por ‘encubrimiento agravado‘ y por ‘sustracción de documento público‘ en el caso del hallazgo de la bolsa con 100 mil pesos y más de 30 mil dólares en su baño privado de la cartera de Hacienda. De todos modos, la exministra de Economía no irá a prisión hasta tanto quede firme la sentencia que la misma Miceli ya adelantó que apelará ‘en todas las instancias’, es decir ante Casación penal y la Corte Suprema. Recién si la decisión fuera confirmada en todos sus términos debería ir presa hasta cumplir las dos terceras partes de la condena.
Aunque momentos antes del veredicto Miceli insistió en sostener su inocencia, el Tribunal Oral Federal 2 dispuso la condena a cuatro años, la misma que había solicitado la Fiscalía y ordenó devolver los 100 mil pesos actualizados bajo advertencia de sufrir el remate de una vivienda. También deberá seguir la pesquisa para determinar el origen de los 31.670 dólares que también estaban en el armario el 5 de junio de 2007. Además, la Justicia ahora tendrá que investigar por presunto falso testimonio a la amiga de Felisa Miceli que afirmó en el debate oral que le prestó el dinero para comprarse una casa.
‘No hay ninguna certeza ni prueba contundente en mi contra‘, dijo Miceli tras el veredicto. Y añadió: ‘En el Poder Judicial hay hijos y entenados‘, al hacer uso de un dicho que alude a la desigualdad con que son tratadas personas con iguales derechos.
Según Miceli, ‘hubo casos gravísimos‘ de corrupción ‘que nunca llegaron a juicio oral y eso es una cosa que no puedo entender‘, mientras que a ella la condenan ‘por 100 mil pesos‘. Pero además Miceli disparó por elevación a otros funcionarios que pasaron por el Ministerio de Economía y que, según dijo, ‘tenían una estructura de poder propia‘ que los había colocado en esos puestos.
‘Yo no llegué con una estructura de poder propia y ahora lo estoy pagando -aseguró la exfuncionaria-. Yo soy una persona que vivo de mi trabajo, no me compré ninguna propiedad en ningún barrio de lujo o fastuoso’. ‘Yo no le robé a nadie’, disparó. Miceli.
Desde el 29 de octubre pasado Miceli estaba siendo enjuiciada por el escándalo del hallazgo de la bolsa con dinero por parte de dos bomberos de la Brigada de Explosivos de la Policía Federal, lo que derivó en su renuncia.
La defensa exigió la absolución después de sostener en todo el proceso que los pesos, en un paquete termosellado y con la inscripción del Banco Central, habían sido prestados por su fallecido hermano y por una amiga. También rechazó las sospechas sobre la forma en que estaba acondicionado el fajo y aclaró que la propia lo empaquetó así con papel film y calor. ‘Yo lo había dejado en una bolsa de plástico transparente. Yo a ese dinero lo tenía que devolver -aseguró-. Se me hizo tarde y no llegué al banco para dejar la plata. No había caja de seguridad en el despacho‘.
