¿Quién no soñó con tener un minuto de fama en la pantalla chica? ¿O con contactarse, aunque sea un segundo, con su estrella favorita? ¿O con hacerle saber a su heroína lo que opina sobre lo que hizo en el último capítulo de la tira? Eso que parecía ser inalcanzable dejó de ser un imposible gracias a la web, más precisamente a las "mágicas" redes sociales como Twitter, My Space o Facebook (FB) -en especial este último- que les permiten a los televidentes ser parte de sus programas favoritos y palpitarlos casi desde adentro. Y a los ciclos de TV, por su parte, capitalizar un numeroso público potencial y traducirlo en rating. Debatir lo que ven, comentar sobre lo que vendrá en el próximo bloque o envío, opinar sobre los contenidos, aportar ideas y todo lo que se les ocurra expresar en el momento, son algunas de las formas en las que se plantea esta nueva alianza, que -conveniencias mutuas- cada vez gana más adeptos de uno y otro lado de las cámaras.
Un mundo perfecto (UMP) es un clarísimo modelo de esta tendencia, que tiene a América como uno de los canales pioneros desde marzo pasado. De la mano de Roberto Pettinato, el ciclo se convirtió en el programa de Latinoamérica con mas fanáticos en FB: casi 500 mil, cifra que cuando sea alcanzada, festejarán con una super fiesta y acciones solidarias de los cyberfanáticos. Todos ellos tienen la posibilidad de opinar, declaraciones que Petti lee al aire sin censura previa, a través de un super monitor que forma parte de la escenografía. Y con sus mensajes, los televidentes hasta han logrado cosas insólitas, como que Facundo Arana insulte en el piso o que Petti salga con un traje de baño de mujer en el programa.
"Nuestro objetivo no es que nos digan "qué lindo es tu programa", sino que el público sea parte del contenido. Es decir, ellos son el cuarto panelista y, a la vez, funcionan como parte del equipo de producción", comentó a DIARIO DE CUYO Sebastián Méndez, productor artístico de UMP.
En la misma casa y con más de 27 mil fans, Animales Sueltos se sumó a esta onda "facebookera". Allí, frente al monitor, los simpatizantes de Alejandro Fantino y cía. dejan sus juicios sobre los temas que tratan, las figuras invitadas y hasta los que están frente a las cámaras.
Pero no sólo entran a este juego los envíos que se emiten en vivo, ya que la ficción también participa de este boom. Es el caso de Ciega a citas (Canal 7), la tira sobre las aventuras sentimentales de Lucía que se fortalece noche tras noche a través de sus más de 60 mil seguidores en la web. Algo parecido sucedió con Botineras, que mostró un importante crecimiento a partir de los cambios en la serie: en febrero tenía 1500 seguidores y actualmente superó los 80 mil.
En el mismo género hay incluso redes creadas sobre tiras que todavía no están al aire, como Malparida, que debuta en El Trece el próximo martes y que ya es un éxito en FB. Allí unos 1.500 adeptos comentan los avances de la novela que protagonizan Gonzalo Heredia y Juana Viale. Y en este caso, la Red hasta le sirvió al canal y a Polka para conocer qué opina la gente sobre el horario en el que irá la nueva propuesta. Situación similar fue lo que sucedió con la segunda temporada de "Todos contra Juan", que antes de debutar en Telefé (el jueves pasado) ya contaba con unos 8 mil fanáticos en su flamante página.
Siguiendo en la línea de la "vigilia", hay más de 5 mil personas que ya se adhirieron al FB de "Justo a tiempo". Y aunque pocos son los adelantos que revela Julián Weich, los receptores están a full haciendo sus aportes, a la espera del arranque que tendrá lugar en el canal de las pelotitas el próximo lunes.
Verdadero fenómeno de los tiempos que corren, este tipo de interacción social -que registra una larga lista de ejemplos, aunque no siempre las productoras actualizan los sitios de forma permanente- es un verdadero anzuelo para los televidentes con ganas de participar a través de la web; deseo y necesidad que bien supieron aprovechar los hacedores de la tele. Claro que las redes también son útiles para aquellos personajes que quieren promocionarse anunciando sus trabajos o invitaciones a distintos programas de la tele, iniciativa que derrama réditos al ciclo en cuestión. Pero ese ya es un capítulo aparte.
