A la hora de salir de noche los fines de semana, a los adolescentes se les agudiza el ingenio. La ley seca prohibe el ingreso de menores a los boliches. Pero dicen que es fácil ingresar a estos sitios. DIARIO DE CUYO entrevistó a 70 chicos de entre 15 y 17 años, de distintos puntos de la provincia. Todos coincidieron en afirmar que salen la mayoría de los fines de semana y casi siempre terminan ingresando a lugares donde no están permitidos los menores de edad.

Pero para lograr entrar, los adolescentes recurren a varias estrategias. Desde falsificar documentos y pedir prestadas Cédulas de Identidad, hasta maquillarse más de la cuenta o ponerse ropa especial para parecer mayor, en el caso de las chicas, son algunas de las artimañas usadas. Aunque todos los entrevistados coincidieron en que para ellas, la tarea es más fácil. Mientras que los muchachos recurren a las tirillas falsas del DNI o a la suerte para entrar a los sitios prohibidos. Los más beneficiados suelen ser los que, por su contextura física, parecen tener más edad. Así, los adolescentes sanjuaninos se las ingenian para encontrar nuevas alternativas que les permitan transgredir la ley. Además, dicen que no van a los matinés que es donde están permitidos los menores de 18, porque a estos sitios van niños de entre 10 y 12 años.