Todos aquellos que añoramos las delicias del horno de barro, no podemos dejar de recordar las empanadas recién horneadas, chorreantes, olorosas, y bien calientes, que exigían estirar el cuello hacia adelante para no manchar la ropa. Casi siempre estaban regadas con un buen vino sanjuanino, que en honor a la verdad, podía ser blanco o tinto. Por ese entonces el único maridaje que conocíamos era el que nos indicaba el cariño por este tipo de productos y la alegría de compartirlo en familia o con amigos. Es más no conocíamos la palabra. Pasó el tiempo, y quizá nos pusimos algo más exquisitos, pero algunas tradiciones están tomando fuerza otra vez al punto que ahora es "snob", tener un horno de barro en casa y hasta preparar comidas "gourmet". Por aquellos años, no sólo se hacía el pan caliente y las semitas con chicharrones sino también el pastel de papa, la rosca de zapallo (que hacía mi mamá, aunque poco afecta a los temas culinarios no dejaba de preparar delicias en el viejo horno del patio trasero de la casa de Albardón), y las galletitas con grasa de chancho.
Pasado y presente indican que todo lo que pasa por el horno de barro, sale rico. En este caso las recetas que se indican en esta sección son muy saborizadas por hierbas naturales y condimentos que las vuelven ideales para ser acompañadas de un sabroso Bonarda sanjuanino que tan bien va con estas comidas. Seguro que por esos tiempos
todavía figuraba como "Barbera de Asti", hasta que se supo que en realidad no lo era.
Claro que los postres también forman parte de la propuesta y en este caso, un fresco cosecha tardía acompañaría muy bien a la tarta de frutos secos. ¿Por qué digo fresco?. Es que estos vinos consumidos a unos diez grados permiten que el contenido residual de azúcar natural de uva no se sienta empalagoso en la boca, y por el contrario potencien los frutos secos.
Lo cierto es que lo mejor de todo esto es recuperar cosas que producen placer a los sentidos. Todo aquel que ha tenido la posibilidad de estar cerca de la puerta del horno al momento de sacar el pan o cualquier alimento ha experimentado esos aromas, sabores y texturas diferentes que nos conectan nuevamente con estas sanas costumbres y que quedan para siempre en la parte linda de los recuerdos.
