La casa es chica pero el corazón es grande. A eso lo saben en la filial San Juan de la Cruz Roja. De hecho, hacen una especie de ingeniería para acomodarse lo mejor posible en las pocas habitaciones-aulas con las que cuentan para poder responder a las inquietudes de la sociedad, a través de los cursos de primeros auxilios o las charlas de prevención de HIV o drogadependencia y consumo de tabaco, por ejemplo. Por eso aspiran a remodelar la sede que está en la calle Mariano Moreno 35 (oeste) pero obviamente necesitan hacer una inversión para la que no están preparados. Es por eso que buscando alternativas para juntar dinero, los integrantes de la entidad internacional, encontraron en unos botiquines artesanales la solución al problema. Los venderán a partir de este mes para recaudar fondos para poder construir y remodelar la vivienda que los alberga.

En realidad, los botiquines son una herramienta de trabajo que inclusive otras sedes del mundo comercializan para poder cumplir con sus objetivos. En San Juan alguna vez se pensó en apelar a ellos, pero la iniciativa quedó trunca. Ahora, los rescataron del olvido y los integrantes de la actual comisión directiva, ya tienen un modelo en tela impermeable color rojo para mostrar y ofrecer.

Los hacen en convenio con el Sindicato del Vestido. Así la Cruz Roja obtiene un elemento de mucho valor para ellos y a cambio de la confección, intercambian con las costureras, un curso de primeros auxilios que les exigen para poder trabajar.

"Un botiquín dotado de todos los elementos necesarios es un complemento de tal utilidad que no puede faltar en ningún lugar: en las casas, en las oficinas, en las escuelas, incluso es de vital importancia llevarlos en el auto, en las bicicletas o las motos para actuar en cualquier inconveniente. Por que ¿quién puede asegurar que no va a ser víctima de un accidente en la calle o en su lugar de trabajo? Un botiquín a mano puede salvar vidas. Por eso en la Cruz Roja estamos abiertos a las opiniones de los usuarios para confeccionarlos y rellenarlos según las necesidades de cada uno. Hasta estamos dispuestos a hacer una especie de botiquín a medida para que una persona que hace mountain bike, sale a andar en cuatriciclo o practica cualquier otro deporte al aire libre lo que los expone a cualquier contratiempo, tenga el suyo y pueda llevarlo con comodidad”, explica la iniciativa, el abogado Rodrigo Herrera, quien momentáneamente está a cargo de la presidencia de la filial local.

Por ahora, en la Cruz Roja están anotando a los primeros interesados en tener su botiquín por un costo aproximado a los 200 pesos. Calculan que en los próximos días podrán empezar a entregarlos. Y por supuesto, seguir incrementando el listado de los solicitantes para recaudar la mayor cantidad de dinero posible para así poder aumentar las aulas en miras a incorporar también otros talleres y espacios de aprendizaje básico para actuar frente a una catástrofe.

Lo que no puede faltar

Así como en los cursos de primeros auxilios que brindan en la entidad (ver recuadro Básico para la salud) se enseñan solo las técnicas básicas para aplicar ante una emergencia -como por ejemplo inmovilizar a una persona accidentada, hacerle reanimación cardiopulmonar o darle apoyo emocional- el mismo concepto se aplica en los botiquines que ofrecen. Esto quiere decir que los kits vienen dotados de lo necesario, pero en ellos no se encontrará elementos para medicar por ejemplo porque parten de la premisa que los usuarios son personas comunes y corrientes que no tienen conocimientos médicos.

"Nuestro botiquines vienen dotados de alcohol para limpiar las pinzas pero no heridas, iodo povidona (para evitar infecciones en las lastimaduras), vendas y gasas de distintos tamaños, algodón, termómetro, una tijerita y una pinza de depilar (para por ejemplo tomar las gasas), toallitas húmedas, guantes descartables, apósitos, cinta adhesiva. Algunos vendrán más completos con tensiómetro, cuello ortopédico para inmovilizar, barbijos y hasta mascarillas para hacer reanimación”, detalló Herrera.

Si bien la Cruz Roja no promueve la existencia de medicamentos en los botiquines porque consideran que nadie puede consumirlos sin una recomendación médica, es inevitable muchas veces que en las casas se los complemente con algunas dosis de pastillas básicas como antipiréticos, antidiarréicos, antihistamínicos, analgésicos, pomadas para quemaduras y picaduras, entre otros.

Algo que sí es fundamental y que recomiendan los integrantes de Cruz Roja es no olvidar guardar el botiquín en un lugar seguro, fresco y seco, fuera del alcance de los niños.