‘El alto consumo de sal produce retención hidrosalina, que genera un aumento del volumen sanguíneo y por consiguiente, de la presión arterial. Por eso, el problema más importante es la hipertensión, pero también produce edemas en miembros inferiores y agrava la situación de personas con várices, entre otros varias afecciones. El consumo ideal es de 4 g por día, pero en Argentina consumimos hasta 10 g’, dijo el médico Eduardo Pinazo (MP 1617), quien explicó que las personas suplen sus necesidades de sodio a través de cualquier comida. Para reducir la cantidad de sodio, por ejemplo, los especialistas sugieren usar hierbas y especias para condimentar comidas, elegir productos que no estén envasados (el sodio es uno de los conservantes más utilizados) o consumir quesos y leche descremados, bajos en sodio.