La empresa biotecnológica Bisigma ha desarrollado la tecnología necesaria para utilizar microbios en la extracción de cobre de depósitos menores y restos mineros para disminuir los costos operativos. Y a su vez, satisfacer la demanda del mineral que sostiene la economía del país trasandino. Según los estudios, mediante el uso de bacterias se puede extraer hasta un 90 por ciento del metal en un socavón, en vez del 60 por ciento normal.
Dicha compañía biotécnica ha sido establecida por Codelco, una corporación estatal chilena y la empresa minera de cobre más grande del mundo, junto con la japonesa Nippon Metals & Mining. Dentro de esta importante compañía ubicada en las afueras de Santiago, todas las probetas, los contenedores y los tanques, están llenos de microbios. Las bacterias Acidithiobacillusferrooxidans y Acidithiobacillus thiooxidans sirven para mejorar la extracción del cobre y de esa manera reducir costos operativos.
“Sabemos que los métodos convencionales de minería no se usan para los materiales con baja concentración, que sencillamente se descartan. Por eso, la única manera de extraer cobre de ellos es aplicando nuevos conocimientos y técnicas, en este caso, biotecnología”, explicó Ricardo Badilla, Director Ejecutivo de Biosigma. En el laboratorio principal, químicos y biólogos en delantales blancos y anteojos protectores trabajan transfiriendo coloridos líquidos de botellones a tubos de ensayo. Llevando a cabo numerosas pruebas frente a un horno abierto.
Mientras la demanda de cobre aumenta constantemente a nivel mundial y en el país trasandino, sus usos se multiplican.Se emplea en la fabricación de cables eléctricos y líneas telefónicas, en techos, en joyería, como bactericida y hasta en suplementos nutritivos. Este metal se originó hace millones de años dentro de la Tierra y a través de una serie de procesos geológicos se fue acercando a la superficie. Tradicionalmente para extraerlo hace falta excavar. Luego, para separar el cobre del resto del material rocoso hay que molerlo, pulverizarlo, someterlo a altísimas temperaturas y añadirle compuestos químicos.
Estos métodos convencionales emplean grandes cantidades de energía, lo cual los hace costosos, y por lo tanto se usan sólo en sitios donde se cree que la concentración de cobre es lo suficientemente elevada como para justificar el gasto de su extracción.
Estos sitios no abundan, y es por esta razón, los microbios pueden llegar a cumplir un rol crucial para obtener de una manera más económica y efectiva este metal. El cual representa cerca del 70 por ciento de las exportaciones chilenas. “En el pasado, habían depósitos ya explotados cuyos remanentes ascendían a un 30 por ciento de contendido de mineral. Ahora, muchos tienen una concentración de entre un 1 y un 1,8 por ciento gracias a la utilización de las bacterias”, concluyó Ricardo Badilla.
Al parecer, gracias a la biotecnología, el problema de explotar el cobre ubicado en rocas de baja concentración o de restos mineros ya no es problema para estos pequeños mineros llamados microbios.
