Una cincuentena de autos y camiones con el capó abierto estaban parados a lo largo de toda la calle que está frente a la parroquia de 25 de Mayo. Sus conductores, apostados al costado de cada vehículo esperaban el turno para recibir la bendición. La estampa, un tanto extraña para ser domingo al mediodía, se dio ayer cuando en el departamento veinticinqueño se celebró la fiesta patronal en honor a Santa Rosa de Lima. Y por primera vez en un festejo de estos, el padre Fabricio Pons bendijo autos, camiones, motos y hasta bicicletas. Este ritual ya lo había hecho en San Expedito y en la Difunta Correa. Pero ahora quiere instalarlo dentro del calendario de las patronales de Santa Rosa de Lima.

Todavía había sol y el calor se hacía sentir, aunque menos que el día sábado. La gente llegó puntual y empezó a buscar un buen lugar para estacionar sus vehículos. Fue un ritual particular. Todo nuevo para los lugareños, que emocionados esperaron el momento en que el cura se acercó y los roció con agua bendita.

"Estoy muy contento. Es la primera vez que hago bendecir un vehículo", contó Francisco Torres, que es cuadrillero. El hombre, oriundo de 25 de Mayo, llevó su camioneta Ford, que usa para trabajar y la estacionó justo frente al templo. "Siempre me dediqué a las uvas y siempre fui un devoto de Santa Rosa. Cada vez que se acerca la cosecha le pido para que todo salga bien. Nunca me falló. Es por eso que cuando me enteré que se podía bendecir los vehículos, no dudé en traer mi camioneta, que es fundamental para mi trabajo", aseguró el hombre.

Hubo más de 50 autos, una veintena de motos, y todo el equipo de ciclismo del departamento, en la ceremonia que dirigió el padre Fabricio. Algunos camioneros que pasaban por el lugar, se enteraron de las bendiciones y se acercaron de inmediato hasta la plaza. El párroco pasó más de una hora rociando agua bendita a los conductores y a sus vehículos. "Se me ocurrió hacer esto porque mucha gente ya me había pedido que bendijera sus autos. Además creo que es una buena manera de acercarse a la iglesia", dijo el padre Fabricio. Entre bendición y bendición, el sacerdote aprovechó la oportunidad para decirle a la gente que manejara con precaución y que respetara las normas de tránsito. Poco antes de esta original ceremonia, pero dentro del templo, fueron unas 20 embarazadas las que recibieron la bendición. Esto se hace todos los años, para el 30 de agosto que es cuando se celebra el día de Santa Rosa de Lima.

Aún cuando el clima comenzó a cambiar, el cielo a nublarse y a soplar más fuerte el viento, la gente no dejó de visitar el templo ni de recorrer los puestos artesanales que estaban ubicados alrededor de la plaza departamental.

Por la tarde se realizó la tradicional procesión en la no sólo participan los lugareños sino que va gente de distintos puntos de la provincia ya que esta es la patronal en honor a la santa, más importante en San Juan.