A 18 días que largue el flamante Torneo Inicial de Primera División de nuestro país el mercado de pases está prácticamente quieto, acaso como nunca antes desde que se desarrollan los torneos cortos desde principio de los 90. Un dato: dos de los grandes del país como Boca y San Lorenzo todavía no contrataron a ningún futbolista. Pero entre los tres restantes, Independiente, River y Racing, apenas llegan a ocho las incorporaciones. Rumores de pases hay por todos lados, más todavía en la era del Twitter, aunque las arcas de los clubes parecen sentir el efecto de la crisis económica mundial y por eso se trata de un receso más que apagado en contrataciones.
¿Por qué está todo tan frenado? Como en todo problema, las causas resultan varias. Por un lado no existen casi chances de contratar a futbolistas que vengan de Europa ni tampoco del extranjero. Los clubes argentinos ya no hacen prácticamente contratos en dólares (uno de los últimos fue el que le realizó River a David Trezeguet) y por eso en caso de llegar cualquier player debe hacerlo resignando más de la mitad de lo que cobra en el Viejo Continente. Un caso marcado pasó hace unos días con el volante de Inter de Brasil, Mario Bolatti, quien luego de coquetear con Independiente finalmente dijo que no debido a que pretendía ganar lo mismo en Avellaneda, es decir 1,2 millones de dólares por una campaña. Una locura y así el cordobés se quedó en Brasil. Otro regreso frustrado pasó en Boca con Fernando Gago. “El Real Madrid lo va a soltar solo por una venta y pide 7 millones de euros”, contó su representante, Fernando Lombilla, cerrando cualquier puerta de esperanza en el Xeneize para el marido de la tenista Gisela Dulko. Pero no sólo que los contratos ya no se hacen en dólares en nuestro país, sino que algunos que eran en la moneda norteamericana como el del volante uruguayo de Lanús, Mario Regueiro, ahora se lo quieren pesificar. “Yo juego en Argentina, pero mi familia vive afuera de este país. No me sirve de nada ganar en pesos porque cuando salgo de acá, ese dinero no me vale casi nada”, contó el charrúa, quien está más cerca de irse que de cumplir los seis meses que le restan de vínculo con el Granate.
Otro factor determinante en la lentitud de las negociaciones pasa por el cambio legal que se dio hace un par de temporadas por el cual los jugadores sin contrato quedan automáticamente libres y no tienen que jugar en el mismo club los próximos dos años por el 20% del contrato y recién hay quedar con el pase en su poder. Al jugador tener la potestad de negociar por su cuenta, solo con la intervención de un representante, puede esperar hasta último momento para tomar la mejor oferta y así se suman los futbolistas a sus nuevos clubes con la pretemporada agonizando.
Si de contrataciones importantes se habla se puede destacar el desembarco de Maxi Rodríguez en su Newell’s querido; la vuelta al país de José Sand para jugar en Racing; la llegada de Román Martínez a Estudiantes para paliar la ida de la Bruja Verón y Marcelo Barovero con su pase a River. Poco y nada. Más aún si se tiene en cuenta lo que perderá la Primera de Argentina con varios de los futbolistas que no seguirán: Fernando Cavenaghi, Alejandro Domínguez, Román Riquelme, Juan Manuel Martínez, Carlos Bueno, Juan Sebastián Verón, Esteban Fuertes y Gabriel Milito, muchos de los cuales colgaron los botines para siempre.
Otro ítem que marca la pobreza de la elite nacional es San Lorenzo que hasta el momento hizo sus cinco prácticas de pretemporada a puertas cerradas y cuentan que fue porque el técnico, Ricardo Caruso Lombardi, no quiere exponerse con la imagen bochornosa de contar sólo con doce futbolistas.
Con los grandes caídos en desgracia por la parte económica, el resto trata de hace lo que puede. Los préstamos sin opción de compra ni cargo resultan lo más potable y es el camino que sigue la mayoría. Claro que a la temporada siguiente, en casi la totalidad de los casos, es un empezar de cero. Y sí, es lo que hay….
