Este año, en la Exposición y Feria Temática de la Fiesta Nacional del Sol no usarán tecnología ni artilugios complicados para evitar que el público ingrese sin pagar la entrada. Sólo se limitarán a cortar por la mitad los boletos que la gente presente antes de ingresar al Predio Ferial. Es porque los molinetes y las pulseras inviolables que usaron en las dos ediciones anteriores para controlar el ingreso no dieron resultado.
Se estima que las entradas para la Feria de la Fiesta del Sol, que se desarrollará desde el 23 hasta el 26 de febrero próximos, estarán a la venta a partir de hoy por la tarde, cuando lleguen de Córdoba, donde fueron hechas. Y, a diferencia del año pasado, serán entradas comunes, sólo tendrán una serie de sellos de agua para evitar su falsificación. No serán de un cartón especial ni tampoco tendrán una banda magnética lectora, como en la fiesta anterior. Es que el uso del Sistema de Control de Acceso Inteligente, que utiliza molinetes para controlar el ingreso de público y que fue una de las novedades en la edición 2009 en el Predio Ferial, no dio resultado. Esos molinetes fueron alquilados en Buenos Aires y son similares a los que usan en esa ciudad en los subtes o en las canchas de fútbol. Según comentó Adrián Infante, uno de los encargados de la organización de la feria, los molinetes terminaron complicando el ingreso de las personas. "Se hacían colas muy largas de gente que esperaba entrar. El sistema resultó ser muy lerdo. Por eso, en la segunda noche de la feria los sacamos de circulación", contó Infante.
El llamativo sistema de molinetes se había usado en lugar de las pulseras inviolables, que fueron utilizadas en la edición 2008 de la fiesta y que también fracasaron porque quedaron muy lejos de la inviolabilidad. Es que, según contó Infante, al salir del predio, algunas personas les daban las pulseras a otras para que entraran gratis.
Según comentó Hugo De Bernardo, que tiene la concesión de la feria, esta vez esas pulseras sólo serán entregadas a las personas que integran los stands, que están acreditadas para ingresar sin pagar, y a los periodistas. Mientras que, para el público general, usarán el sistema convencional: habrá personas en el ingreso que solicitarán los boletos al público, controlarán que tengan los sellos de agua correspondientes y los cortarán a la mitad para marcar que ya han sido usados.
