El dirigente Naoto Kan se convirtió ayer en el nuevo primer ministro de Japón y prometió recuperación económica y estrechas relaciones con Washington, tras la renuncia de su predecesor por una disputa sobre una base estadounidense. Una votación en el Parlamento confirmó a Kan, ex ministro de Finanzas, como sucesor de Yukio Hatoyama, quien renunció hace dos días entre lágrimas por el desgaste sufrido por el conflicto en torno a la base y a un escándalo de financiación de su partido.
Kan, un ex activista de izquierda, es el quinto premier japonés en cuatro años y el primero en más de una década que no pertenece a una dinastía política.
El dirigente, de 63 años, también fue vice primer ministro del gobierno de centro izquierda de Hatoyama, que llegó al poder hace ocho meses con una amplia victoria electoral que puso fin a más de medio siglo de gobierno casi ininterrumpido de la derecha.
"Mi primer trabajo es reconstruir la economía y crear un partido en el que todos los miembros puedan unirse y decir con confianza podemos hacerlo", dijo un sonriente Kan luego de ser nombrado líder de su Partido Democrático de Japón (PDJ).
Kan prometió revitalizar la mayor economía de Asia, que está de capa caída desde el colapso de una burbuja de inversiones a principios de la década de 1990.
"En los últimos 20 años, la economía japonesa estuvo detenida. El crecimiento de frenó. Los jóvenes no pueden encontrar trabajo. Esto no es un fenómeno natural, sino el resultado de errores de política", declaró el nuevo premier, citado por la cadena CNN.
