El sistema se basa en trazar, sobre una foto que el usuario elige, una serie de gestos como toques, toques dobles, líneas, círculos y pulsaciones largas, en un orden predeterminado. El sistema operativo analiza entonces no sólo la secuencia, sino también la precisión y el estilo con el que se introducen los datos. Luego se realizan cálculos matemáticos para determinar si las pequeñas variaciones que pueden producirse, respecto del ingreso original de la secuencia, pueden corresponder al usuario real o si se trata de un impostor.
