Si hay un momento para que San Martín quiebre otra racha negativa es sin dudas éste. El desafío que tiene por delante el equipo de Enrique Hrabina, cómodo líder de la B Nacional con seis puntos de ventaja sobre su escolta Quilmes, es sumar la primera victoria en la categoría en Mendoza ante el rival del lunes, Independiente Rivadavia. La Lepra le fue, hasta el momento, un imposible en el Bautista Gargantini donde en los cinco partidos que lo visitó en la categoría sumó tres caídas y dos empates. Con el alejamiento reciente de Teté Quiroz en los mendocinos y el presente ideal del Verdinegro, es el momento de una vez por todas de abrir el Parque.
En los mano a mano ante equipos mendocinos en la segunda categoría del país, con la Lepra es el que más lo desfavorece a San Martín (ver aparte). Igual que ante Maipú, nunca le ganó como visitante pero con la diferencia que frente al club de los Sperdutti jugó sólo una vez. Este lunes la chance de romper la mufa se le vuelve a presentar y un histórico jugador del club de Concepción como Pablo Saavedra contó el por qué de lo complicado de ese reducto: "Es una cancha que tiene mucha mística. Partiendo que el ingreso ya es distinto por el tema que tenés que ir por el Parque y habitualmente los hinchas no te reciben bien. Adentro de la cancha, contagia mucho a los jugadores mendocinos el tema del aliento de la gente porque está muy pegada a la tela", relató el ex zaguero quien incluso jugó en la Lepra un torneo Argentino en el 2001.
La última experiencia no fue satisfactoria para el equipo que por entonces dirigía Pablo Marini. En noviembre del año pasado cosechó un 2-1 en contra que comenzó a sellar la suerte del Pomelo en el banco de suplentes en un partido que tuvo bastantes condimentos extras. Uno de ellos fue el regular arbitraje de Pablo Díaz, quien será el juez del choque dentro de cuatro días. El saldo en los restantes cuatro juegos de San Martín fue: 0-0 (2002), 1-4 (2001), 1-1 (2001) y 1-3 (1999).
"El tema de hacerse fuerte en ese estadio pasa más que nada por el carácter, porque la cancha en sí es de similares dimensiones que la de San Martín. Hay que ir convencidos de poder ganarlo desde el comienzo y no dejarlos agrandarse con el aliento de su gente. Estoy seguro que este equipo de Hrabina puede cortar la racha tranquilamente", subrayó a manera de receta el jugador con más partidos con San Martín en la B Nacional y que en varias ocasiones visitó el estadio de la Lepra, Rodolfo Rodríguez.
"Sigan poniéndonos rachas, las vamos a romper a todas", tiró el Ruso hasta el momento cada vez que se lo consultó sobre la chance de marcar otro récord con el equipo. El lunes es el tiempo de hacer nuevamente realidad su frase.
