A ojos de la policía, la relación de "El Cocó" Ezequiel Amado (21) con "El Angelito" Rubén Raúl Ferreyra (40) siempre mezcló amistad y complicidad. Hasta el 30 de marzo del año pasado, cuando Amado creyó rotos los códigos por parte de su amigo y juró venganza. Ese día, "El Cocó" huyó tras ser perseguido y tiroteado por la policía, pero abandonó en la casa de Ferreyra, en la Villa Alonso, Chimbas, la pistola 9mm. que -se sospecha- estaba en la moto que había robado un día antes a un policía en el Parque de Mayo. Días después, Amado pareció empezar a ajustar cuentas: a punta de arma y a los tiros, robó la moto Guerrero 125cc. a Darío Corzo, el hijo de "El Angelito". Y no pasó mucho hasta que, en público, en un pool de Chimbas, anunció su más grave decisión: "Me voy a matar a ese antichoros", dijo. Ese mismo día, el 10 de mayo de 2009, cuando despuntaba la mañana, "El Angelito" recibía dos tiros desde atrás cuando dormía ebrio en un colchón en el piso al lado de su esposa: uno le cruzó su antebrazo izquierdo y rozó su abdomen. El otro fue letal: perforó a la altura del hombro izquierdo y le atravesó el corazón. Ese día a "El Cocó" lo vieron la mujer y una hija de la víctima, y también una vecina, cuando huía.

Ayer, la fiscal de Cámara Penal, Alicia Esquivel Puiggrós, entendió que cada secuencia de esos hechos fue probada, y que tanto el robo a punta de arma de la moto de Darío Corzo y el crimen alevoso (la víctima no pudo defenderse) de su padre, fueron un claro ajuste de cuentas de Amado. Por eso pidió reclusión perpetua para "El Cocó’ y que se ordene investigar a su pareja, Verónica Ruarte, por falso testimonio, ya que durante el juicio la joven dijo quien estaba con ella y escapó a un operativo policial que concluyó con el secuestro de un revólver usado en el robo, era un hijo de "El Angelito". Por las descripciones y el testimonio de dos policías, la fiscal sospecha que era el mismo Amado.

"Si el tribunal resuelve tal como lo peticiona esta fiscalía será justicia. La comunidad está cada vez más encerrada por sujetos peligrosos como éste, para los que el valor vida no tiene ningún significado", remató la fiscal en su alegato. Minutos después los jueces Félix Herrero Martín, Ernesto Kerman y Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II de la Cámara Penal) le dieron la razón y le aplicaron prisión perpetua a "El Cocó".

Así rechazaron el planteo del defensor Horacio Merino, para quien no se había probado el uso de un arma en el robo a Corzo, y estaba claro que el homicida había sido otro y no su cliente: "A lo mejor fue alguien del mismo núcleo y culparon a Amado para tapar otra cosa", dijo Horacio Merino antes de solicitar una pena "por el robo o hurto simple, común y silvestre" de la moto, y la absolución por el homicidio de Ferreyra. Para los jueces, sin embargo, había quedado totalmente probada la autoría criminal de Amado.