Capitán aún es cachorro, pero su porte y su carácter generan respeto a quien lo ve por primera vez. Él está siendo entrenado para seguridad, es decir, para vigilar el predio, recorrer el perímetro de la unidad y actuar ante una eventual fuga. Capitán es uno de los perros que integra la Sección Canes del Servicio Penitenciario, la nueva área creada en la cárcel para colaborar con la seguridad interna y la detección de drogas en visitas y pabellones.
Como la sección es tan nueva que aún no tiene un presupuesto propio, los 8 perros que la integran fueron donados (por Canes de la Policía de San Juan y por un particular) e incluso tomados de la calle. Además, el staff de siete guardiacárceles tuvo que realizar una capacitación especial para empezar con los entrenamientos.
Los perros ya realizan destrezas en la pista que armaron dentro del penal, detectan la presencia de algunos narcóticos en los visitantes y realizan vigilancia en el predio y el perímetro. Además ya pueden actuar en caso de motines o fuga y más adelante podrán intervenir en requisas dentro de los pabellones, cuando avance el entrenamiento.
‘La creación de la Sección Canes es un aporte más al trabajo de seguridad interna. Estos perros podrán detectar la presencia de celulares escondidos’, dijo Ricardo Espejo, subdirector del penal.
El plantel de perros está integrado por cinco ovejeros alemanes, un rottweiler y dos mestizos, que andaban por la calle y de vez en cuando lograban meterse al penal. Capitán (ovejero), Luna (mestiza) y Roco (rottweiler) trabajan en seguridad, mientras que los ovejeros Sandy, Apolo y Cleo, y el mestizo Máximo, en detección de narcóticos. Después está Bordó, un viejo manto negro que fue aportado por la Policía de San Juan para convertirse en guía de los cachorros y soporte en la capacitación del personal, pero que casi está jubilado.
Cada instructor trabaja con su perro y al no tener presupuesto oficial asignado, muchas veces sacan de sus bolsillos para comprar remedios o alimentos. El Penal, en tanto, está trabajando en el mejoramiento de los caniles y en adaptar una construcción para convertirla en oficinas.
