La zona afectada. El canal queda por callejón Arévalo y calle La Laja y tiene una extensión aproximada de 500 metros. Permanece con líquido cloacal y los vecinos se quejan de esta situación.  

 

Durante la mañana y la tarde no se puede respirar por el olor nauseabundo, mientras que por la noche deben dormir con las ventanas cerradas porque, sumado al hedor, los invaden los mosquitos. Así viven los vecinos del callejón Arévalo y calle La Laja, en Albardón, quienes sufren porque tienen un enorme canal que está lleno de líquido cloacal y que está pegado a los frentes de varias casas. "Nosotros la bautizamos como la cloaca a cielo abierto y estamos cansados de hacer reclamos", dijo Ariel Vega, uno de tantos vecinos de la zona que se mostraron hartos de la situación que viven diariamente.  

Dicen que este problema lo tienen hace mucho tiempo. El agua espesa dentro del canal y el olor que despide, que se hace cada vez más fuerte cuando sube la temperatura, hacen que la gente del lugar esté indignada. Según los vecinos ya hicieron reclamos a la Municipalidad de Albardón, pero nunca recibieron una solución. Ante esta situación, DIARIO DE CUYO intentó comunicarse con el intendente de Albardón Juan Carlos Abarca y con Roberto Boronat, de Obras y Servicios del departamento para consultar por este problema, pero no respondieron los llamados. Por su parte, Sergio Ruiz de OSSE dijo que el tratamiento de líquidos cloacales en Albardón están a cargo del municipio y que ellos deben solucionar el problema.  

A lo largo de 500 metros, extensión que tiene esa cloaca a cielo abierto, viven unas 100 familias que deben soportar el agua que tiene materia fecal y el olor nauseabundo que ella despide. Según los vecinos de la zona ese canal era un desagüe y que hace unos años comenzó a traer líquido cloacal. 

"Cuando hicieron barrios nuevos el agua sucia comenzó a llegar para esta zona, nosotros creemos que los desechos de las casas vienen a parar acá", dijo Marta González, que también vive en la zona. Los vecinos mostraron que por el canal llega un caño plástico que es el que transporta el líquido cloacal, pero esa cañería está rota en varias partes y por ahí inunda el canal. Además, dijeron que en ocasiones el canal se rebasa. Mientras que otras personas, que viven junto a esa enorme zanja llena de líquidos cloacales, dijeron que hay días que la municipalidad manda un camión atmosférico para que desagote el canal y que hace entre 5 y 6 viajes sacando el líquido, pero que a las horas ya está lleno de nuevo.  

Además de aguantar el olor nauseabundo, que se percibe durante todo el año, dicen que los mosquitos hacen que la gente tenga que permanecer encerrada en sus casas. "No podemos comer en el fondo de la casa y todo el año usamos pastillas para los mosquitos porque si no vivimos con picadas en todo el cuerpo", dijo otro de los vecinos que se ve afectado.  
 

"La Municipalidad de Albardón tiene dos plantas de tratamiento de líquidos cloacales pero ninguna está funcionando".  
 
Sergio Ruiz -Presidente de OSSE 

Los reclamos 
  
Cecilia González – Vecina 
 
"Los vecinos estamos cansados de hacer reclamos para que nos den una solución. No podemos salir a tomar mates al fondo de nuestras casas. En verano e invierno estamos encerrados. No es vida la que llevamos. Mis hijos tienen que permanecer encerrados porque sumado a los mosquitos ese canal es un peligro. No podemos seguir viviendo así. El olor ya no se aguanta", dijo la mujer que vive casi a la mitad, a unos 200 metros, de donde comienza el canal.  

Omar Cortes – Vecino 
 
"Hay días que el canal se tapa y el agua se desparrama por toda la calle y se inunda todo. Esos días dan ganas de irse a vivir a otro lado. Entre los hombres hay veces que tomamos coraje y tratamos de limpiar la basura para que no se acumule y circule por dentro del canal, porque en ocasiones se mete hasta los jardines de las casas. Sólo pedimos que busquen otra forma para que podamos estar tranquilos", dijo Cortes, que fue uno de los que encabezó el reclamo.  

Moisés Aliante – Vecino 
 
"Vivo en una de las primeras casas y en esta zona es donde más se llena, pero el problema lo tenemos todos. Tenemos gastos muy grandes en desinfectantes, pastillas para los mosquitos y desodorante de ambiente y eso se podría evitar. El olor es lo peor, porque es un problema que nos afecta todos los días. Las noches en las que hace mucho calor se hace difícil hasta dormir porque el olor invade todo", dijo Moisés Aliante, que se mostró indignado.