¿Qué es un bulbo? Es una planta inactiva, en cuyo interior encierra (raíces, tallos, hojas y flor). Son órganos engrosados protectores de una yema, capaz de producir una planta. Esta planta una vez que la colocamos en el suelo como corresponde despierta, crece y se transforma en flor. Pasado su período de floración, la planta comienza su período de letargo hasta que sus hojas se secan. Son cápsulas de vida que albergan nutrientes, aún con las hojas secas, la planta se multiplica debajo de la tierra y resguarda vida hasta la próxima temporada. Por tal razón es que se los llama tesoro escondido.

Se deben plantar en otoño aquellos que florecen en primavera, y los de floración estival se plantan en primavera.

Para los aficionados en la plantación de bulbosas es toda una tarea extraordinaria, es más cuidan de cada variedad como una verdadera estirpe. Encontramos coleccionistas de lirios, iris, tulipanes, azucenas, etc. Lo cierto es que estas plantas son las primeras en florecer, casi a fines del invierno y nos anuncian la llegada de la primavera. Algunas nos cautivan con sus perfumes y otras con sus coloridos, ideales para armar grandes ramos.

Podemos decir que llegaron desde Turquía y se fueron extendiendo primero por Europa hasta llegar a nuestro continente.

En la actualidad las plantas bulbosas están muy difundidas, sobre todo en Europa. Su comercio va creciendo notablemente. Aficionados o hibridadores dedicados a una especie en particular, se destacan en el comercio internacional de bulbos. La destacada Holanda, con sus tulipanes, es una de las imágenes más vistas en el mundo entero.

Hay una gran variedad de bulbos que nos ayudan a la hora de ornamentar nuestro jardín ya que mucho de ellos son de larga duración. La plantación será en el lugar adecuado para cada necesidad, pero en jardinería se pueden armar macizos, borduras y canteros. Una hilera de agapantos, un cantero de lirios de un color o de varios es un foco de atención en el medio del verde. Hasta los famosos tulipanes podemos lograr tenerlos en casa si somos cuidadosos en buscar el lugar adecuado. Cada vez son más los dedicados a la tarea de trabajar con bulbos.

El colorido, la belleza, formas y volúmenes, hacen de las plantas bulbosas un elemento insustituible en la ornamentación de parques y jardines.

El Suelo

Si bien la mayoría de los bulbos prosperan prácticamente en todo tipo de suelo, es bueno tener presente que prefieren los sustratos casi neutros, o ligeramente alcalinos y bien drenados para evitar que se pudran mientras están inactivos. Para que la tierra tenga un buen drenaje, es aconsejable mezclar un poco un poco de perlita o arena gruesa. El suelo debe estar preparado con anterioridad a la plantación. Un suelo trabajado es aquel que con anterioridad se pico, oxigenó y se agregó materia orgánica ( humus de lombriz, estiércol o turba) dicha materia debe estar bien descompuesta. Antes de que los bulbos vayan a florecer es bueno agregar fertilizantes apropiados para una óptima floración.

Plantación

La profundidad depende del tamaño de cada bulbo. Como regla general debe ser 2 ó 3 veces mayor que la longitud y a 2 ó 3 anchos de distancia entre cada uno. Cuando se quiere armar un macizo de bulbos en una bordura o en una maceta debe respetarse las mismas medidas anteriores.

Cuando los bulbos son tan redondos que resulta difícil distinguir la parte de arriba de la abajo, conviene plantarlos acostados, conservando las distancias recomendadas.

La mayoría no toleran el exceso de agua, ya que se pudren. Se deben regar a penas se termina la plantación, y disminuir los riegos hasta tanto no comiencen a brotar (más bien mantener la superficie seca). Una vez que comienzan a brotar regar y mantener la superficie húmeda.

Recomendaciones útiles

Los bulbos también se adaptan a las macetas, respetando siempre las medidas de plantación. Suelen llamar la atención sobretodo cuando armamos grupos de una misma variedad.

Los bulbos que más se adaptan debajo de un árbol o pino son las Violetas de los Alpes, son de semi sombra y les agrada el frío.

Los Jacintos son aptos para colocarlos en agua, allí se desarrollan igual que en el suelo. Debemos tener cuidado cuando cambiamos el agua con sus raicillas.

La ventaja de los bulbos es que cuando termina su floración podemos levantarlos y guardarlos para el año siguiente. Es preciso que el bulbo se seque en tierra y después sacarlo.

Se guardan sin restos de hojas ni tallos, en una caja con aserrín. El lugar debe ser fresco, oscuro y sin humedad.