Con toda la fuerza, la potencia y el sonido al palo, Catupecu Machu desató una noche rockera a su más alto nivel. Fernando Ruiz Díaz, Agustín Rocino, Macabre y Seba Cáceres lucieron un show energizante y a la vez profundamente emotivo. En dos horas hubo de todo. Tiempo para la nostalgia, para la euforia y también para revolear las chombas. Alrededor de mil almas acudieron a Hugo Espectáculos la noche del viernes. El copón de cerveza bien helada ayudó a los fieles "catuperos" a refrescar la garganta por tanto cantar y gritar. Comenzó como estaba programado, 23 en punto y la banda inició un vasto repertorio de más de 20 canciones, entre los cuales se incluían el tema "El Mezcal y la Cobra" correspondiente al último disco editado con el mismo nombre. En el transcurso del recital, Fernando, (vocalista de Catupecu) interpretó "Seguir viviendo sin tu amor", cuya obra le pertenece a Luis Alberto Spinetta, por lo cual, el cantante pidió un minuto de silencio por el artista recientemente fallecido. Después le dedicó varias canciones a su hermano Gabriel Ruiz Díaz (quien sufrió un accidente y está inactivo en la banda desde 2006). A esa altura del concierto, el público alentaba con "Vamos Catupe…".
Ruiz Díaz les dijo: "Quiero escuchar palmas, que suenen las palmas. Que San Juan salte como loco’. De esta manera, el lugar explotó con aplausos, gritos y los estridentes sonidos de las guitarras eléctricas que punteaban entre el frontman y Seba Cáceres. El clima no se enfrió, al contrario, cuando tocaron "Magia Veneno" la euforia de la gente fue total y el clásico "pogo" tuvo su espacio al pie del escenario.
