El presidente francés, Nicolás Sarkozy, defendió ayer desde Tokio el uso de la energía atómica mientras en la central de Fukushima I, continúa la alarma por las fugas de radiactividad. Sarkozy es el primer mandatario que visita Japón desde el terremoto y posterior tsunami que el 11 de marzo azotó el país y dañó la central de Fukushima. El presidente galo defendió el uso de la energía nuclear como un importante instrumento para reducir las emisiones de CO2 y luchar contra el cambio climático, consignó la agencia DPA. Además, reclamó discusiones a nivel internacional sobre los estándares de seguridad de las centrales nucleares y se comprometió con el primer ministro japonés, Naoto Kan, a trabajar este año, en este sentido.