La presidenta Cristina Fernández eliminó ayer de su proyecto de ley de radiodifusión la participación de las compañías telefónicas en el mercado de la comunicación audiovisual, en atención a los cuestionamientos desde distintos sectores.

Así lo anunció la mandataria en una conferencia de prensa que ofreció en la Casa de Gobierno y donde justificó la decisión adoptada porque "la ley debe ser de gran consenso". Con esta medida, las telefónicas no podrán entrar al negocio de la televisión por cable.

"Una de las objeciones, la fundamental, fue que estaríamos sustituyendo un monopolio por otro en razón de la inclusión de las telefónicas", dijo la jefa del Estado.

Aunque primero había defendido la inclusión de esas empresas en el anteproyecto oficial "porque tiene que ver con la convergencia tecnológica que en algún momento se va a dar", admitió que "ése es el principal escollo" para su tratamiento en el Congreso.

Por esa razón, anunció entonces que "vamos a eliminar del proyecto la posibilidad de que las telefónicas puedan participar", y "de esta manera vamos a desterrar cualquier duda sincera que los legisladores puedan haber tenido sobre la generación de un nuevo monopolio".

"Eliminamos este escollo para lograr un consenso amplio y hacer honor a miles de hombres y mujeres de organizaciones sociales y periodistas para tener una nueva ley de medios de la democracia", remarcó la presidenta.

La Presidenta señaló que "no está en mis hipótesis que el Congreso no apruebe el proyecto de ley antes del 10 de diciembre.

Durante la conferencia de prensa -limitada exclusivamente a la Ley de Servicios Audiovisuales- Cristina Fernández se mostró confiada en que los tiempos parlamentarios para aprobar la iniciativa oficial no se dilatarán y salió al cruce de quienes piden que su tratamiento sea después del 10 de diciembre porque, enfatizó, el actual Congreso "tiene legalidad y legitimidad".

"Es curioso que algunos hayan propuesto modificar derechos de exportación en el Congreso y que ahora no tenga legalidad y legitimidad para discutir otra cosa", argumentó.

En este sentido, admitió que aunque "yo no manejo los tiempos del Congreso, habiéndose obviado ahora uno de los mayores escollo, el Parlamento pondrá sus tiempos".

Excepto la concesión hecha hacia los sectores opositores en el sentido de impedir que las telefónicas participen en el mercado de cable, Cristina Fernández defendió con fuerza el proyecto oficial que, insistió, "no es del gobierno o de un sector sino de toda la comunidad". Recordó entonces para reforzar su postura que el anteproyecto transitó por ó 25 foros y 80 audiencias públicas y tuvo 138 modificaciones y además constituye la única ley anotada, es decir, que cada artículo tiene un comentario, un análisis".

"En un trámite inédito en el Parlamento argentino, no recuerdo ninguna ley que tuviera la amplitud de audiencias públicas de estas características" dijo, al tiempo que señaló que "todos los que tienen objeciones, los que están a favor, tuvieron la oportunidad de sumar masa crítica" al debate.

Durante la rueda de prensa, la jefa del Estado eludió responder una pregunta del diario La Nación sobre la asignación de la pauta publicitaria oficial en la nueva ley.