Ni La galleguita, ni Rolando Rivas taxista, ni Rosa de Lejos; y mucho menos los actuales. Ninguno tiene nada que hacer al lado del novelón que el martes por la noche se adueñó del prime-time y durante una hora y media -sí, tres cuartos del programa- disparó el rating de ShowMatch, que arañó los 36 puntos y quedó lejos como lo más visto del día.
Atenti al "minuto a minuto" y dejando muy debajo a Botineras (su rival directo, que anotó 14.5 puntos), Marcelo Tinelli dedicó casi todo su programa al rechazo amoroso de Virginia Gallardo a Ricardo Fort, que tuvo todos los condimentos necesarios para posicionarse como el culebrón del momento, musiquita incluida. Ella, la humilde y bella correntina llegada a capital con sueños de reina, en un rapto de heroica dignidad, le dijo no al millonario seductor que -arrepentido de sus andanzas, con 240 rosas y anillo de 15 mil dólares mediante- le había ofrecido matrimonio públicamente. La negativa pública destrozó el corazón del fortachón, que luego de un "Me humilló delante de millones de personas", no pudo contener su centímetro cúbico de lágrimas (¡aguante Andrea del Boca!). "Nunca te quise hacer daño", replicó ella, también con el alma en un hilo. Pero calma, que para alegría de todos los argentinos, siempre triunfa el amor -¿acaso no es así en los cuentitos?- y al final, el millonario y su "gatita" se fundieron en un abrazo reparador, que dejó picando un "tal vez" y -como no podía ser de otro modo- un "continuará…". Y fush fush al pataleo de esos que despotrican contra la excesiva cuota de pantalla fortiana (Juana Repetto incluida, que entró "dormida" al estudio para bailar, luego de Gallardo). Omnipresencia mediática que -visto está- sigue vigente porque sigue siendo rendidora, sobre todo para el dueño del circo, o sea, el habilidísimo Tinelli: tal como consignó TN, el martes a esa hora, el 70% de las personas que estaban viendo televisión, estaban mirando Bailando por un sueño. "Soy feliz, soy feliz", cantaron y bailaron todos, ya superado el trance y cuando asomaba la medianoche. Motivos había.
