Hay una serie de cuestiones en la industria que se van sumando y están haciendo ruido a la hora de proyectar la actividad, por lo complejo y engorroso de los trámites, que seguramente se van a traducir en mayores costos de operación para los empresarios. Dicen que es como un “déjà vu”, situaciones que ya se vivieron en un pasado, y se vuelven a repetir. Por un lado el Gobierno nacional volvió a instalar el tema de los Aportes Tarifados -sistema complejo creado en la década de los “90 que estableció el Ministerio de Trabajo en conjunto con la Secretaría de Ingresos Públicos para recaudar los aportes y contribuciones de los trabajadores del agro. Por otro lado, se está estableciendo la Unidad de Información Financiera, un sistema de seguimiento para los delitos de lavado de activos y financiamiento del terrorismo. Aseguran que “es tan compleja la resolución que hay que asumir el costo de colocar un especialista -una especie de oficial de justicia- dentro de la empresa para que controle los movimientos y que lo informe al Banco Central-.