Pedro Ariel Yélamo (33 años, agente de policía) viajaba hacia el Oeste por Ignacio de la Roza en su Ford Fiesta, con su esposa Alicia Guzmán (26) y Santino, de 8 meses. Adelante, en otro auto, viajaba el padre del joven, el conocido periodista radial Pedro Hugo Yélamo, con su señora y el mayor de los hijos de Pedro Ariel. La idea, como todos los fines de semana, era pasar el día en familia en una finca que el periodista tiene en Zonda. Pero minutos después de las 13 de ayer la imprudencia en el tránsito puso al policía y a su familia en una situación de alto riesgo: apenas traspasaron la complicada zona en la que desembocan tres calles en Ignacio de la Roza (Angel de Rojas, Esteban Echeverría y Nuche, en Capital), el conductor de una camioneta Ford EcoSport que circulaba en sentido contrario se cruzó de carril para girar al Norte, y causó un desastre: el Fiesta del policía recibió un impacto frontal, se levantó y fue lanzado hacia atrás sin poder evitar el choque del Ford Galaxi portacoronas de la cochería San Ramón que guiaba Alfredo Rosales en el mismo sentido, pero con destino a Ullum.

Y por enésima vez el congestionado y complicado cruce fue escenario de otro impacto, esta vez con consecuencias graves: el agente Yélamo sufrió un corte en su cabeza, la pérdida de algunas muelas y una fractura en el platillo tibial derecho, además de múltiples golpes. Su bebé también resultó con cortes y numerosos golpes, pero anoche todo parecía indicar que estaba fuera de peligro, igual que su mamá, informó Pedro Hugo Yélamo, quien se enteró de todo apenas pasó el Jardín de los Poetas; hasta ahí creía que su hijo se demoraba por los semáforos.

"Yo iba a Ullum para un servicio, detrás del Fiesta, y de repente veo que el de la camioneta dobló para ganarle al auto y se la pegó. Yo no pude hacer nada para evitar el choque", dijo Rosales. El tránsito fue ordenado por una patrulla a cargo del comisario Carlos Vallejos (Brigada de Investigaciones) que pasaba por el lugar, y enseguida ordenó también el traslado del bebé al hospital en un móvil de la comisaría 4ta.

"Fue una desgracia con suerte, porque podría haberlos matado a todos. Fue una actitud muy irresponsable la del conductor de esa camioneta", dijo Yélamo anoche, aún molesto.