Después de pasar unos 20 años en la cárcel y tener una planilla cargada de antecedentes y condenas (la última unificada en una pena de 26 años por un robo a mano armada en San Juan y otra tentativa del mismo delito en Mendoza), Pascual Alberto Veliz Rollano (49) había registrado buena conducta y así se había ganado el derecho de llegar al pabellón de preconfianza, un lugar donde la vigilancia no es tan estricta porque ahí van a parar presos que pronto comenzarán a tener salidas transitorias. Sin embargo, el lunes en la tarde, luego de salir a cumplir las funciones de fagina que le habían asignado en su lugar de recluisión conocido como "la granja", aprovechó un descuido, trepó una tela metálica de unos 2,5 metros, ganó la Avenida Benavides, Chimbas, y desde entonces no se sabe de su destino.
Al menos esa sospecha tuvieron los guardias cuando intentaron reconstruir cómo fue que escapó este sujeto que registra domicilios en Mendoza, San Juan y San Luis. El subprefecto Ricardo Espejo, jefe de cuerpo, aseguró ayer a este diario que la evasión fue descubierta por los penitenciarios a las 17, cuando notaron que el interno no estaba en los lugares que le habían asignado. En la Policía estimaron que la fuga se produjo entre esa hora y las 14.
Veliz Rollano es un sujeto conocido por los policías, sobre todo por sus peligrosas actuaciones en robos con armas. Uno de los asaltos por el que el 2 de noviembre de 2007 lo condenaron a 6 años y 6 meses de cárcel, lo había perpetrado el 4 de junio de 2005 con el renombrado José Eduardo "El Nene" Sosa, alguna vez vinculado al golpe de más de un millón de pesos a la sucursal del Mercado de Abasto del banco San Juan. Aquel 4 de junio, Sosa y Veliz asaltaron la constructora de Sabino Pignatari en Concepción, robaron 23.800 pesos y fueron detenidos por la Policía luego de que el propio comerciante los persiguiera y chocara con su vehículo el auto en el que pretendían huir.
