Las precipitaciones invernales de lluvia y nieve -que son clave en San Juan, porque de ellas depende el agua que tenga todo el año la provincia- van a seguir siendo pobres como ocurre desde el año 2003 y por los próximos 15 años, debido a que están siendo afectadas por un periodo ’seco’ de intensificación de los desiertos, producto del proceso de calentamiento global. ’’Y este problema los va a afectar en la generación hidroeléctrica y en el manejo del agua’’, dijo a DIARIO DE CUYO Juan Leonidas Minetti, prestigioso climatólogo argentino y director del Laboratorio Climatológico Sudamericano que el pasado 19 de abril dio una conferencia a productores de todo el país en el Plenario Nacional de Economías Regionales que organizó la CAME, con estas conclusiones y otras sobre otras zonas del país (ver abajo).
Minetti agregó que la disminución también impactará en las lluvias estivales sanjuaninas, lo que afectará a los poblados como Valle Fértil cuya agua para producción y consumo dependen de ellas. Los datos de que la provincia no está exenta de las amenazas del clima provocaron una interesante respuesta de las autoridades locales. El titular de Hidráulica, Jorge Millón, dijo que la provincia ’’está bien encaminada’’ destinando buena cantidad de recursos a construir diques de agua. ’’No conozco el informe, pero sí a Minetti y el laboratorio que son prestigiosos. Y ante la clara convicción de que los glaciares van a disminuir por el calentamiento global y que habrá menos nieve, la forma de reemplazarlos es con un embalse artificial de agua, que es lo que la provincia está haciendo desde el 2003 a la fecha’’. Millón agregó que ’’la provincia está bien encaminada, de todas formas esa transformación requiere de una importante inyección de recursos económicos y la provincia no los tiene ya, pero por lo menos está apostando a las obra de infraestructura de embalse y a la energía solar. La provincia no está apostando a una generación hidroeléctrica, sino a hacer embalses para reemplazar disminuciones de reservas naturales’’. En ese sentido, en el 2009 se terminó el dique Caracoles y ahora, el dique Punta Negra, el tercero sobre el Río San Juan está en un 52% de avance (ver página 7). Millón agregó que aún queda mucho que hacer en eficiencia de recursos, al referirse a la tecnificación de riego para la agricultura.
POCA AGUA
’’Como derivado del proceso de calentamiento global están empezando a crecer fuertemente los desiertos y el impacto de esto es bastante visible en los datos que analizamos desde la década del ’80’’, explicó Minetti a DIARIO DE CUYO. Respecto a San Juan y la zona cuyana agregó que las consecuencias negativas serán dos. ’’Por un lado, las precipitaciones invernales de lluvia y nieve en la cordillera van a ser afectadas con una mayor disminución de la que han tenido hasta ahora. Fíjese que el año pasado cuando estaba funcionando el fenómeno del Niño y todos nuestros modelos estaban dando un año nival bueno, todos los pronósticos salieron mal. Es que este proceso de gran escala del calentamiento global se está sobreimponiendo a los fenómenos de más corta escala como el Niño o la Niña’’. Agregó que la otra consecuencia es ’’que también se verán cada año disminuidas las lluvias veraniegas, lo cual es bueno para los cultivos de frutas que no sufrirán ataques de fungosas (hongos), pero la zona de Valle Fértil que sí se alimenta su sistema productivo con las lluvias de verano va a ser fuertemente afectado por la sequía. Y en esto para nada va a mejorar el clima con La Niña, el problema es bastante complicado, y requiere la unión de todos los argentinos frente a esta amenaza que es el crecimiento de los desiertos’’. Agregó que el periodo ’seco’ se inició en el año 2003 y se trata de una oscilación de 50 años, que tiene 25 años de seca y 25 años más lluviosos. ’’Esa oscilación empezó su fase negativa en el 2003, en la inundación de Santa Fe, llevamos 10 años, y nos estarían faltando 15 más, si fuese ese solamente el factor principal. Pero como solapadamente tenemos el efecto del calentamiento global que está dando desde 1980 para adelante una profundización de la sequía en los desiertos, es posible que nos encontremos con periodos de sequías más graves que los del siglo pasado’’, concluyó.
