Fue el fin. El fin de Desamparados en la Primera B Nacional, pero no el fin para el sentimiento de los hinchas puyutanos que ayer fueron a acompañar a su equipo. A pesar del mal momento por el que atravesaba Sportivo, lo acompañaron siempre y nunca lo abandonaron. Tal como lo dice la ley no escrita del hincha. “En las buenas y en las malas yo te aliento hasta el final…” cantaron los hinchas del Víbora a más no poder.
Vivieron el partido frente al Canalla con las pulsaciones a mil. Porque las lágrimas derramadas por los goles de Gigena hicieron ilusionar a los simpatizantes que soñaban con que Patronato igualara su encuentro frente a Chacarita, que ya ganaba por 1 a 0. Incluso la platea y la popular se levantó en festejos cuando alguien gritó el gol de Patronato que nunca fue. A pesar del empate de Central, nunca se callaron. Y volvieron a estallar con el gol de Oga. Pero la historia ya estaba escrita. Chacarita ya ganaba por 2 a 0 con menos de quince minutos para el final. A pesar de todo, con el descenso ya casi consumado, siguieron alentando y aplaudieron a sus jugadores por la entrega que demostraban dentro de la cancha. Ya con el pitazo final de Montero, algunos fueron por algún souvenir (camiseta o pantalón de los jugadores). Otros, la mayoría, se quedaron ahí, inmóviles.
Aplaudiendo y despidiendo a Corvalán, Lamberti y Fontana que no encontraban consuelo por el descenso. Un poco más allá, Augusto Alvarez envuelto en llanto le pedía perdón a los hinchas. Esos hinchas que en paz se fueron retirando, reafirmando que el amor que sienten por Sportivo, que ayer cayó de pie.
