Fueron unos minutos los que María Quiroga se ausentó ayer a la mañana de su casa en La Chimbera, 25 de Mayo, y dejó solas a sus tres nietas y uno de sus hijos, para ir hasta un puesto sanitario cercano a hacerse atender. Como no había otro mayor en la vivienda, la mujer le encomendó a su hijo de 12 que cuidara a las nenas de 5, 4 y 2 años hasta que regresara. Cuando la abuela regresó se topó con una escena dramática: vecinos y parientes gritando, corriendo de un lado a otro acarreando agua para apagar las llamas que tomaron una habitación de su hogar. Y en otro sector, un grupo de personas trataban desesperadamente de auxiliar a Wanda, su nieta de dos años que había sido alcanzada por las llamas mientras dormía en esa pieza y que terminó con el 90 por ciento del cuerpo quemado. La pequeña fue trasladada hasta el hospital de Niños, pero el milagro no se hizo. Horas después, la nena falleció.

La tragedia ocurrió ayer a las 10.20 en la vivienda ubicada en la esquina de calle Mitre y Antártida Argentina, en el barrio La Chimbera II, en el distrito veinticinqueño del mismo nombre. A esa hora, la pequeña Wanda Lucero, de 2 añitos, dormía en una de las habitaciones. Sus hermanas de 5 y 4 años estaban jugando en el frente junto a su tío Mateo, de 12, que había quedado momentáneamente a cargo de las niñas mientras atendía un kiosco, dijo María Quiroga, abuela de las niñas y madre del jovencito.

Karina Lucero, madre de las pequeñas, ayer alcanzó a decir que desde hace 7 meses estaba sola porque el padre de sus cuatro hijos la había abandonado, y que al momento del incendio, ella estaba trabajando en el empaque de uva en una finca cercana.

Según otros familiares, Mateo entraba y abría la puerta donde descansaba Wanda para ver si estaba "todo bien”, mientras las demás niñas jugaban. Los otros mayores de la casa no estaban. La abuela, justo había ido a un centro sanitario.

Después de unos minutos, el jovencito vio que salía humo de atrás de la casa. Corrió desesperado al interior y se encontró con las llamas y una nube densa que salía de la pieza donde estaba Wanda, comentó Omar Lucero, abuelo de la víctima.

El chico trató de entrar, pero la puerta no cedió. El fuego llegó a quemarle parte del pelo. Como pudo, Mateo salió gritando pidiendo ayuda a los vecinos y parientes de la zona. Muchos llegaron y rompieron los vidrios de la ventana y otros derribaron la puerta. Recién ahí sacaron a la pequeña Wanda de la habitación, ya inconciente y con serias quemaduras en el cuerpo, comentó su abuelo y la policía. Pasó un rato hasta que llegó una ambulancia. Los patrulleros de la comisaría 32da., 31ra. y 10ma. hicieron posta para abrir paso y custodiar al equipo de emergencia en su camino al Hospital de Niños, dijeron en la policía. Una vez que llegaron, los médicos constataron que la pequeña tenía el 90% de su cuerpo quemado y que su estado era muy delicado, tanto que ayer a las 15.10 esas heridas le costaron la vida, informaron fuentes policiales. Todo, por un incendio originado aparentemente por una falla en un enchufe al costado de la cama, que hizo que el colchón comenzara a arder provocando la desgracia, indicó un jefe policial. "No sé qué pudo haber pasado. Me fui unos minutos y cuando volví, habían vecinos y otros parientes echando agua a la casa. No entendía nada, sólo ví a mi nietita tirada en el piso toda quemada”, contó entre lágrimas ayer en la mañana la abuela.