Buenos Aires, 2 de agosto.- Fue todo un periplo lo que pasaron las delegaciones de Boca y All Boys luego de la gira que realizaron en Venezuela, con motivo del cuadrangular que terminó en manos del “Xeneize” tras vencer en los penales a los de Floresta. El vuelo chárter fue cancelado por la privatización del mismo y todos quedaron varados en Puerto La Cruz. Con una demora de casi 33 horas, tomaron un vuelo de línea y partieron.
Pero nada terminó allí, porque un desperfecto técnico en la nave que los iba a llevar desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) hizo demorar aún más el asunto. Al partir y con destino Ezeiza, el avión no pudo aterrizar por cuestiones climáticas (no estaba preparado para la neblina) y tuvo que dirigirse hacia Córdoba, donde los planteles pasaron la noche (más precisamente en la ciudad de Villa Carlos Paz).
Pero los acontecimientos siguieron tardando más de la cuenta: yendo hacia el aeropuerto, se rompió el patrullero que los escoltaba y más tarde, ya embarcados, tuvieron que aguardar dentro 50 minutos más por el aviso del piloto, quien anunció “tráfico aéreo”. Con mucho fastidio y agotamiento, finalmente pisaron Ezeiza, se reencontraron con algunos familiares que los esperaban y se dirigieron hacia sus hogares en autos particulares y remises.
A todo esto hay que sumarle que los jugadores de All Boys sufrieron el robo de algunos objetos de valor que les pertenecían, algo que fue confirmado por ellos mismos. Mientras que Falcioni dejó entrever que ya tiene el equipo para enfrentar a Quilmes el sábado y que seguramente ataje Oscar Ustari, aunque mañana confirmaría todo en el entrenamiento que se llevará a cabo en horas de la tarde. El que estaba planificado para hoy, por motivos obvios, fue cancelado.
